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Migraciones
La población de Euskadi aumenta gracias a la migración
Durante las dos últimas décadas, el número de personas nacidas en la CAV ha ido decreciendo año tras año. Sin embargo, esa pérdida poblacional se ha visto revertida gracias a los flujos migratorios.
Iker Rincon Moreno | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: EAEko biztanleria areagotuz joan da urtez urte, migrazioari esker
Año tras año, durante las dos últimas décadas, el número de personas residentes en la Comunidad Autónoma Vasca ha ido creciendo gracias a los hombres y mujeres extranjeras que han decidido instalarse en alguno de los tres territorios históricos.
Según los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat) relativos al 2021, hay 2 193 198 personas empadronadas en toda la Comunidad Autónoma Vasca, de las cuales 1 966 000 son nacidas en Euskadi o en el Estado español, 91 655 menos que en 2001. Ese número de hombres y mujeres ha ido decreciendo constantemente, mientras que el cómputo total de las personas empadronadas con nacionalidad española, aunque ha seguido cayendo al igual que los primeros, ha logrado frenar su caída gracias a los migrantes que, tras pasar años viviendo en la CAV han conseguido regularizar su situación y han obtenido la nacionalidad española.
Esas fluctuaciones no siempre han sido estables, ya que las coyunturas económicas han tenido gran impacto en los flujos migratorios y, por tanto, en el número de personas residentes en la CAV, tal y como explica Oier Ochoa de Aspuru, investigador del Observatorio Vasco de Inmigración Ikuspegi.
Los datos obtenidos tanto por Eustat como por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que el número de personas empadronadas en la Comunidad Autónoma Vasca de origen extranjero ha ido en aumento año tras año, de manera estable, hasta el 2008, año en el que los flujos se empezaron a frenar debido a la crisis económica global. La economía vasca resistió el embate durante los primeros cuatro años de la crisis, por lo que, aunque en menor cantidad, el número de hombres y mujeres de origen extranjero en Álava, Gipuzkoa y Bizkaia siguió aumentando, hasta el 2012. Ese mismo año, el declive económico se empezó a sentir en la comunidad, la época de bonanza desapareció, y, con ello, los flujos migratorios se ralentizaron de manera generalizada, a excepción de la población magrebí y asiática, que mantuvieron su crecimiento.
Del 2012 al 2015, el saldo total de personas empadronadas en Euskadi empezó a ser negativo, tanto por las personas de origen local como por las extranjeras. Sin embargo, a partir del 2016, la economía empezó a recuperarse, los flujos migratorios hicieron lo propio y el número de personas extranjeras aumentó año tras año hasta la pandemia del covid-19, cuando el flujo se frenó de golpe.
"Como podemos ver, en las dos últimas décadas podemos definir cuatro fases: bonanza económica, crisis económica, recuperación económica y pandemia", apunta Ochoa de Aspuru. Durante los últimos años de la crisis económica, además, se dio un fenómeno paralelo al descenso de las personas que migraban hacia la CAV: "Junto a ello, muchas de las personas que migraron durante los primeros años que mantenían la nacionalidad de sus países de origen recibieron la nacionalidad española".
Tipos de migración
Un movimiento migratorio es el desplazamiento prolongado de una persona del lugar de nacimiento o residencia a otro. Suelen distinguirse dos clases: los que van, los emigrantes; y los que vienen, los inmigrantes. Las razones por las que se recurre a la migración pueden ser diversas, algunas de carácter general, pero otras muchas de carácter personal. Sin embargo, entre todos hay que destacar cuatro: ambientales, económicos, políticos y bélicos. Las migraciones ligadas al medioambiente suelen ser originadas por catástrofes naturales como terremotos, incendios o huracanes que obligan a abandonar el lugar de residencia cuando esos fenómenos se producen. Migrar por motivos económicos también es muy frecuente; las personas se ven obligadas a abandonar su país de origen por la falta de desarrollo o por la crisis económica del país. Así, hombres y mujeres migran en busca de mejores oportunidades para poder desarrollar sus proyectos de vida. Los que tienen que migrar como consecuencia de la política, en cambio, suelen darse cuando su libertad o su vida está en peligro, por intolerancia o represión política, entre otros motivos. Por último, también son los que se desplazan por la necesidad de huir de una guerra; estos últimos, generalmente, van a los países vecinos.
En el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, generalmente, la mayoría de las personas residentes de origen extranjero son migrantes económicos, y es por ello que las fluctuaciones de los flujos migratorios están condicionadas directamente por la situación económica.
La mayoría, procedente de Latinoamérica
Ochoa de Aspuru explica que las personas extranjeras residentes en Euskadi, de carácter general, migran para trabajar. De esa manera, apunta a que sus perfiles están estrechamente ligados a lo que pide el mercado laboral local. "Así, en la CAV podemos ver que el sector más grande que emplea a personas migrantes es el de servicios y cuidados, y, en ese sentido, vemos que un tercio de las personas migrantes residentes aquí son mujeres", explica el experto. Otros sectores importantes en nuestros territorios son el de la hostelería, la construcción y la agricultura.
En esa línea, cada territorio histórico acoge a unos determinados perfiles, dependiendo de sus necesidades laborales. "Por ejemplo, en Bizkaia, los latinoamericanos tienen un peso porcentual muy grande. En Gipuzkoa, sin embargo, los procedentes de Europa son numerosos, gracias a su frontera con Francia, mientras que Álava acoge a más personas africanas y del Magreb", según Ochoa de Aspuru.