Sociedad -
Violencia contra las mujeres
Araia rinde homenaje a la mujer asesinada presuntamente por su pareja
El Ayuntamiento de Araia ha celebrado un pleno extraordinario, al que ha seguido una concentración de protesta por este presunto asesinato, que ha sido secundada por más de un centenar de personas.
Redacción
El Ayuntamiento de Araia (Araba) ha celebrado esta tarde un pleno extraordinario, al que ha seguido una concentración de protesta por el supuesto asesinato de una mujer a manos de su pareja. La congregación ha sido secundada por más de un centenar de personas, en su mayoría vecinos, pero también por representantes políticos e institucionales.
Entre ellos estaba la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia; el diputado general de Araba, Javier de Andrés; el subdelegado del Gobierno en este territorio, Antón Sáenz de Santamaría; así como la parlamentaria de EH Bildu Belén Arrondo, y las directoras de la Oficina de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género y de Emakunte, Mariola Serrano y María Silvestre, respectivamente.
El Ayuntamiento ha aprobado una declaración en la que se ha comprometido a poner en marcha medidas eficaces para que este tipo de situaciones no se vuelvan a dar nunca más y a "garantizar los recursos económicos y humanos" para luchar contra la violencia de género.
A lo largo del día se han sucedido además las condenas a este presunto asesinato por parte del Gobierno Vasco, la Diputación de Araba, Emakunde, la Asociación de Municipios Vascos -Eudel-, y algún partido como Ezker Batua.
El trágico suceso
Un hombre de 68 años ha asesinado presuntamente a su mujer de 65 y después se ha suicidado ahorcándose desde un balcón del chalé en el que residían, en la pequeña localidad alavesa de Araia, que está conmocionada por un crimen que nadie esperaba.
La voz de alarma la ha dado un vecino de este pueblo de unos 1.200 habitantes y situado a unos 35 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, cuando al pasar por la calle Etxabarri, una zona de viviendas unifamiliares donde vivía el matrimonio, ha visto cómo el cuerpo de Jesús Pereda, colgaba inerte de la fachada.
Cuando los agentes de la Ertzaintza han llegado al lugar han comprobado con estupor la escena que se veía en el exterior del chalé y han llamado a la puerta.
Como no abría nadie, han accedido al interior de la vivienda y han encontrado muerta a Tere Egurrola, la esposa de Jesús Pereda, que estaba tendida sobre la cama de una habitación, donde también había un hacha que el presunto asesino habría utilizado para golpear en la sien a su mujer antes de suicidarse.
A la espera de la autopsia y de los informes que elabore l Policía científica, la principal hipótesis que maneja la Policía vasca es que éste es un caso de violencia contra las mujeres.
No había denuncias por malos tratos
Sin embargo, fuentes del Departamento vasco de Interior han confirmado que la fallecida nunca había denunciado a su marido por malos tratos. Además, nadie en este pequeño pueblo en el que prácticamente todos se conocen sospechaba que algo así podría ocurrir.
"Era gente querida, sencilla y normal", ha dicho el alcalde de Araia, Diego Gastañares, de Bildu, en cuanto ha llegado al lugar de los hechos. También ha contado que el matrimonio tenía tres hijos, aunque ninguno de ellos vivía en el municipio, y que desde que se jubilaron hace unos años se trasladaron a vivir desde Vitoria-Gasteiz a Araia, de donde era natural la fallecida.
De hecho, dos hermanas suyas residen en dos viviendas situadas junto al domicilio donde se ha producido el crimen y, al enterarse de lo ocurrido, han tenido que ser atendidas por un equipo de psicólogos.
Los vecinos de Araia no salían de su asombro y han comentado a los medios de comunicación que el matrimonio "aparentemente se llevaba bien y no tenía problemas". "Hacían vida normal" en el pueblo y era conocida su afición a pasear por el monte, han comentado algunos de ellos.
De confirmarse el asesinato, ésta será la víctima número 44 de violencia de género en España en lo que va de año y la segunda en Euskadi, tras la muerte el pasado 25 de marzo en Tolosa (Gipuzkoa) de una mujer cubana de 39 años a manos de su compañero, 26 años.