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Manuela Carmena: "Debemos cuidar la democracia, es una tarea que tenemos todos"

O.V. | EITB Media

Manuela Carmena ha recordado la matanza de Atocha de la que pudo escapar por poco, "quitarle la vida a otra persona por objetivos políticos es una monstruosidad". Francisco Zaragoza, policía jubilado, ha recordado como era su vida cuando trabajaba en el País Vasco.

  • Manuela Carmena

    Manuela Carmena

    28:08 min
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Manuela Carmena se encuentra en Bilbao con motivo de la presentación en Bidebarrieta de su libro "La joven política". Una de las frases del libro dice: "debemos cuidar la democracia", tarea que la jueza emérita ha afirmado que está en mano de todos los ciudadanos, como también pedir "que la democracia se desarrolle y conseguir igualdad para todos". Este 24 de enero se han cumplido 45 años de la matanza de Atocha, de la que la abogada pudo escapar por pura casualidad ya que se fue 5-10 minutos antes. Carmena ha afirmado en "Boulevard" de Radio Euskadi que "quitar la vida a otras personas por objetivos políticos es una monstruosidad".

Las consecuencias del terrorismo de ETA sigue dejando heridas al descubierto. El Gobierno Vasco ha publicado recientemente un informe sobre las injusticias padecidas por integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y también sus familiares. Este informe presentado por la consejería de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales consta de 75 páginas, entre las que aparecen los nombres de las 357 víctimas mortales de atentados de ETA integrantes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 207 eran guardias civiles y 150 policías. A esas víctimas y sus familias, y también de manera extensiva a todas aquellas personas que desempeñaron su labor como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y a sus allegados, el Gobierno Vasco quiere reconocerles ahora, que su sufrimiento durante 5 décadas - desde 1960 hasta 2011- fue intolerable.

Francisco Zaragoza es policía jubilado. Durante sus años en activo estuvo destinado en Logroño y Pamplona desde donde le tocaba cubrir la zona del País Vasco. Una de las tareas ordinarias que se realizaba en la familia era esconder el uniforme y ponerlo a secar dentro de casa para que el vecindario no supiera cual era su profesión. Su mujer falleció hace 4 años a consecuencia de un cáncer y Francisco está convencido de que fue por la presión que se vivió en los años más duros de ETA, "se están dando demasiados casos de cáncer en personas que han vivido en el País Vasco en los años de plomo". Una de las actitudes que tuvo que soportar la mujer del policía jubilado fue que un tendero de Pamplona le negará la compra y la echara de la tienda. La vida de sus hijos, muy pequeños en aquella época, tampoco fue fácil. A día de hoy, Zaragoza, opina que en el País Vasco "sigue siendo complicado decir qué profesión tienes, todavía hay personas que te señalan y te apartan".

El 18 de diciembre de 1988 Francisco Zaragoza sufrió un atentado en Eibar y así fue como su casero se enteró de su profesión. El casero acudió al Hospital de Logroño para pedirle que dejaran la casa puesto que tenía miedo a un atentado. El policía se ha mostrado sorprendido por la acción emprendida por el Gobierno Vasco, "nunca lo hubiéramos esperado sabiendo como se nos ha tratado".