La columna de José Félix Azurmendi (10/09/2016)

Tx. Han pasado dos meses largos desde la última vez que nos escuchamos en esta emisora. ¿Algo que valga la pena reseñar de este tiempo?

JFA. El verano suele ser habitualmente un tiempo inhábil para la política institucional. Un tiempo en el que la prensa pregunta a los políticos en bañador por sus preferencias literarias, aficiones extracurriculares, gustos gastronómicos. El que empieza a declinar ha sido, desde esta perspectiva, insólito. En Madrid, y en Euskadi, por los intentos más o menos reales de investidura, por las autonómicas vascas y gallegas anunciadas y sus repercusiones, por el tortuoso itinerario administrativo y judicial para impedir la candidatura de  Arnaldo Otegi. Y así, sin pausas, nos hemos instalado en el tiempo de los sondeos y los debates ritualizados de la campaña para la conformación del nuevo parlamento vasco que elegirá un lehendakari sin demoras ni sorpresas.

Tx. Sin demoras ni sorpresas…

JFA. Sin demoras, porque el reglamento vasco cuenta con medidas para hacer casi imposible una situación como la del parlamento español; sin sorpresas, porque todo el mundo da por supuesto, y también los sondeos, que el próximo lehendakari será el anterior, si bien se le augura una legislatura menos cómoda y más imprevisible como consecuencia de los nuevos agentes.

Se dice y repite en las tribunas españolas que los resultados de las elecciones vascas pueden ser determinantes para superar el bloqueo, dando por supuesto que el PNV podría hacer su aportación, aunque los afectados hayan asegurado de todas las maneras posibles que no se debe contar con ellos para esa labor. Los resultados en la Comunidad Autónoma Vasca, y en la gallega, sí pueden ser determinantes sin embargo si se confirman los pésimos resultados que los sondeos anuncian para los socialistas, si como consecuencia de ello se termina sustituyendo al secretario general. En este supuesto, sus efectos entre los socialistas vascos, cuya actual dirección está volcada en apoyo de Pedro Sánchez, se dejarían sin duda sentir.

Tx. ¿Habrá sorpresas con la izquierda abertzale y con Podemos?

JFA. En Elkarrekin Podemos son cada vez más los que piensan que se equivocaron en la elección de la candidata, pero siguen fiando a la eficacia de la Red y el mensaje directo e individualizado el éxito de su campaña. En el peor de los supuestos, tendrán una representación importante en la Cámara de Gasteiz. A la izquierda abertzale no debería afectarle excesivamente ni la presencia ni la ausencia de Arnaldo Otegi. Inmersa en su renovación de ideas y personas, le hubiera venido mejor una campaña menos precipitada. Las incorporaciones más mediáticas de EH Bildu han sido bien recibidas en el mundo euskeldun y el ensañamiento de antes y de ahora con Otegi puede tener un efecto favorable a sus intereses electorales en sectores tentados por la abstención.

Tx. Hablas de ensañamiento

JFA. No se me ocurre otra calificación  para el comportamiento de la Administración española en sus diferentes instancias. La única manera de cerrar el paso a la candidatura de Otegi era no entrando en argumentaciones y así lo han hecho las diferentes instancias por las que ha pasado su caso. En especial para un Tribunal Constitucional, dedicado cada vez más a resolver cuestiones políticas que no deberían ser de su competencia, estudiar los argumentos de su defensa era como condenarse a darle la razón si no se quería caer en el descrédito total. Por eso optaron por no tomar en consideración la apelación.

Arnaldo Otegi y la formación que representa podrían servirse del consejo de su admirado José Mugica cuando dice que si ganaron las elecciones que llevaron a los tupamaros a la presidencia del Uruguay no fue por lo que habían hecho en el pasado sino por lo que hacían en el presente y harían en el futuro. Ha venido diciendo el Pepe también que no le gusta hablar de sus torturas, y en eso ya le viene haciendo caso Otegi, del que se ha recuperado ahora en la Red el tremendo relato que hizo de las que sufrió cuando en julio de 1987 compareció ante el juez de la Audiencia Nacional.

Pero de relatos, que algunos reclaman literarios, habrá que seguir hablando y remontarse más allá de lo que quisieran, ahora que se ha estrenado la película Gernika, ahora que el equipo Aranzadi ha encontrado restos de dos niños en la sima Navarra de Legarrea en la que se presume fueron arrojados, vivos o muertos, los cuerpos de una madre embarazada y seis de sus siete hijos.