El Conquistador del Fin del Mundo
Episodio 18
Kemen, eliminado en el duelo y los "muditos" pierden a uno de los suyos
Isma ha ganado su quinto duelo, Aitor ha quedado segundo y Kemen ha sido el eliminado. Carol y los Mayayos se han llevado la inmunidad.
Euskaraz irakurri: Kemen kanporatu dute dueluan eta 'mututxoek' kideetako bat galdu dute
La estrategia de no llamar la atención ni meterse en ningún lío de los 3 "muditos" de la aventura ha empezado a resquebrajarse. Kemen, Aiskander y Aitor habían conseguido llegar a la unificación de "El Conquistador del Caribe" sin meter ruido y ajenos a los numerosos conflictos a su alrededor y esquivando hábilmente los cuchillos que silbaban cerca de sus cabezas. Pero ya queda muy poco y, pese a su habilidad para no ser nominados, ya les tocaba competir en este episodio 18.
El juego de inmunidad de los cayucos fue su perdición. Sus pesos y su poca habilidad para remar les llevó a perder el juego y, más tarde, un sorteo en la oscuridad de la noche envió a Kemen al matadero. El resto de participantes se frotaba las manos, sobre todo los Mayayos y Carol. Su juego fue fantástico y su victoria premió su determinación para ganar. El premio fue la inmunidad, una experiencia única con las tortugas y una comida extra muy reparadora a estas alturas de la aventura.
En la asamblea no hubo grandes sorpresas: Isma fue quien más nominaciones se llevó y, más tarde, el de Igorre eligió a Aitor para completar la terna. El duelo de enterrados fue muy especial. Los ayudantes tuvieron una labor muy importante y un papel casi decisivo a la hora de competir. La dupla Isma/Izeta funcionó a la perfección con la brújula y el cálculo de distancias. Aitor e Iñaki consiguieron la primera pista fácilmente pero se atascaron con la segunda. Lo de Aiskander y Kemen fue mucho peor. Cuando Julian mandó a los ayudantes al campamento el navarro ya tenía una desventaja muy difícil de remontar. De esa forma el primer "mudito" perdió su primer duelo y se fue para Lekunberri cantando y demostrando que ha sido un participante que ha pasado por la aventura siempre con una sonrisa de oreja a oreja en su cara.