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Curiosidades de cine

Ana de Armas, de 'El Internado' en España a Hollywood

L.A. | EiTB

La Noche de…' nos ayuda a conocer mejor a esta actriz de ojos verdes que deslumbra en las pantallas en la secuela de Blade runner.

6:54

Las estrellas del la esperadísima secuela de Blade Runner que se estrena esta semana en los cines son Ryan Gosling, Harrison Ford y Robin Wright. Sin embargo, la actriz cubana Ana de Armas es quien se está llevando todas las miradas, por su magnética belleza de ojos verdes, pelo castaño y 1,68 metros de estatura. Pero, ¿quién es ella? 'La Noche de…' indaga en la vida de la actriz, haciendo un repaso de su vida personal y cinematográfica.

En Hollywood le llaman "La nueva sensación latina". Sin embargo, para nosotros no es tan nueva porque antes de dar el salto al cine americano estuvo casi una década viviendo en Madrid trabajando en películas y teleseries españolas.

Ana de Armas aparecía vestida de colegiala, en la popular teleserie El internado. También apareció en la muy taquillera Mentiras y gordas, aunque buena parte de su fama se debe a los sensuales posados que hizo para varias revistas masculinas, al poco de llegar a España. Su belleza ya saltaba entonces a la vista, y era, para muchos, la actriz más guapa de su generación.

De España dio el salto a Hollywood sin tener contratos ni agente en ese país y, lo que es más asombroso, sin saber inglés. Se mudó a Hollywood porque su carrera en España no progresaba. Intervino en 52 capítulos de El internado, pero mucho antes de llegar al desenlace dejó la serie, aburrida de unos guiones en los que siempre había excusas para que se quitara la ropa. Lo mismo le ocurrió con Hispania, otra serie en la que Ana de Armas acababa mostrando sus encantos, de un modo u otro.

También le tocó lucir físico en la ya mencionada Mentiras y gordas. Y volvió a mostrar su sensualidad en El callejón y en Por un puñado de besos. Parecía claro que se estaba encasillando. Y por eso se mudó a Hollywood, donde, al poco de llegar, rodó Toc Toc, desnudándose otra vez con Keanu Reeves. Ana de Armas repitió con Keanu en La hija de Dios, y esta vez en un papel dramático, en el que no se quitó la ropa. También consiguió buenas críticas con Juego de armas, del director de la saga de Resacón en Las Vegas.

Ana, tiene 29 años y doble nacionalidad. Obtuvo fácilmente la ciudadanía española, porque tiene abuelos de Palencia y de León. Pero en realidad, Ana de Armas nació en Cuba.

Ana Celia de Armas Caso nació en el pueblo cubano de Santa Cruz del Norte, a 50 kilómetros de La Habana. Descubrió su vocación de actriz al hacer un curso de teatro en su barrio, cuando tenía doce 12 años. Era tan buena que, a los 14 años de edad, fue aceptada como estudiante en el Teatro Nacional de La Habana.

Su vida, como actriz de cine, comienza con Una rosa de Francia. Una producción española rodada en Cuba, con un jovencísimo Álex González y con el astro cubano Jorge Perugorría. Fue él quien recomendó para este film a la debutante Ana de Armas, a la que ya conocía del Teatro de La Habana. Y fue una película no exenta de polémica, por las atrevidas escenas que la chica tuvo que interpretar, a pesar de que tenía solamente 16 años de edad.

Al poco de cumplir la mayoría de edad, Ana dejó Cuba y se mudó a Madrid, en busca de nuevos papeles. Y además de encontrarlos, ¡encontró también el amor! Se casó a los 23 años con el actor catalán Marc Clotet.

Ana y Marc estuvieron 2 años casados y tras el divorcio, él conoció a su actual pareja, Natalia Sánchez, famosa por la teleserie Los Serrano. Ana de Armas tuvo un romance con el cineasta catalán David Victori, pero su relación se rompió hace ya tiempo. Según los rumores, Ana de Armas ha tenido romances con Benicio del Toro, con Franklin Latt, (su agente en Los Ángeles) y hasta con Scott Eastwood, el hijo de Clint Eastwood, y compañero de Ana en el reparto de la película de acción Overdrive. Pero el único romance que la actriz ha confirmado es el que mantiene ahora mismo con Edgar Ramírez, intérprete venezolano con el que Ana rodó Manos de piedra, encarnando precisamente a su esposa. Rodando esta película, Ana pudo además cumplir su sueño como actriz, al compartir pantalla con su actor favorito: Robert De Niro.