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Protesta

Representan la muerte de la cultura como "víctima invisible" de la COVID-19

Agencia | Redacción

Convocados por la plataforma Kupla-Kultura Plataforma, los asistentes han simulado un cortejo fúnebre con un ataúd que han dejado frente a la entrada de la sede central del Gobierno Vasco.

  • Los asistentes han simulado un cortejo fúnebre con un ataúd. Foto: EFE

    Los asistentes han simulado un cortejo fúnebre con un ataúd. Foto: EFE

Euskaraz irakurri: Kultura COVID-19aren "biktima ikusezina" dela salatu dute Gasteizen

Más de un centenar de personas se han concentrado este sábado frente a la sede central del Gobierno Vasco, en Vitoria-Gasteiz, para representar la "muerte" de la cultura como "víctima invisible" de la pandemia de la COVID-19.

Convocados por la plataforma Kupla-Kultura Plataforma, los asistentes han simulado un cortejo fúnebre con un ataúd que han dejado frente a la entrada de la sede gubernamental. Allí, han hecho una "ofrenda" con elementos que se utilizan en el trabajo del sector, como micrófonos y luces, entre otros.

En un manifiesto, la plataforma, en la que se encuentran técnicos, artistas y empresarios de la cultura, ha explicado que el suyo ha sido de los primeros sectores en parar su actividad por el coronavirus y uno de los últimos en recuperarla al 100%.

"Queremos aportar nuestra experiencia para salir de esta coyuntura entre todos"

Por ello, han interpelado a las instituciones para que les den "voz" y les consulten a la hora de realizar protocolos de desescalada que consideran ahora "contradictorios", porque se les permite abrir, pero "no recuperar la actividad".

"Queremos aportar nuestra experiencia para salir de esta coyuntura entre todos, salvar a la cultura y proteger a las miles de personas que se dedican a ella y al tejido económico que generan", han añadido.

Han concluido que sin cultura "no hay sociedad posible, no hay conocimiento, no hay futuro y sin un sector organizado y vivo, ésta muere".

Euskal Herria ya vivió este viernes una jornada de movilizaciones en la que centenares de artistas, representantes, promotores y trabajadores del mundo de la cultura salieron a la calle de las capitales para reclamar que la cultura sea considerada bien de primera necesidad y un derecho.