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Jesús Elordui
Anticiparse a las situaciones difíciles, practicando, por ejemplo, cómo poner las cadenas en las ruedas, es fundamental; el RAC Vasco Navarro pide respetar el trabajo de las máquinas quitanieves.
Conviene tener las cadenas guardadas en el coche ya desde octubre/EFE
Conducir con lluvia, nieve, niebla o hielo multiplica el riesgo que, de por sí, conlleva la carretera; es muy útil tomar en cuenta algunos consejos que, si van unidos a un ejercicio de prevención antes de emprender el viaje y a una prudencia especial durante el mismo, pueden ayudarnos a hacer frente a las condiciones meteorológicas adversas.eitb.com ha hablado con Luis Murgia, asesor de movilidad y seguridad vial del Real Automóvil Club Vasco Navarro, que aconseja tener el coche en condiciones adecuadas ("nos olvidamos de cuándo nos toca llevarlo al taller"), practicar cómo poner las cadenas para hacer frente a la nieve hasta asegurarnos de que sabemos hacerlo correctamente, y no olvidar que, cuando la carretera tiene más riesgo, por el tiempo, hay que hacer algo más que conducir: "Muchas veces, no sabemos comportarnos, y eso agrava los problemas", sostiene.
Luis Murgia explica que la nieve es el fenómeno meteorológico que más dificulta la circulación, "por la falta de adherencia" a la carretera que origina. Si nos sorprende una nevada, debemos conducir con suavidad, "sin dar acelerones, ni volantazos, ni frenazos". Murgia aconseja, incluso, salir en segunda. "La nieve exige tener una visión más adelantada, anticiparse", señala, además de recordar que, en su opinión, conviene disponer en el coche "ya en octubre" de las cadenas para circular en caso de nevada: "Las nuevas que han salido, de tela, van muy bien; no son para hacer miles de kilómetros, pero sí una buena solución para las nevadas de aquí". Asimismo, Luis Murgia aconseja a los aficionados al esquí que en sus viajes a las pistas opten por los neumáticos de invierno, obligatorios en los meses más fríos en países europeos como Alemania. La web de Michelín le da la razón, ya que explica que "el dibujo del neumático de invierno lleva muchas más laminillas que un neumático de verano, para agarrar bien a la nieve".
Cuando el hielo está presente en la vía, igualmente, conducir con movimientos muy suaves es básico. El Departamento de Interior del Gobierno vasco, en su página web, avisa de que cuando aparece el hielo, "ni tan siquiera los modernos sistemas, como el ABS o la tracción total, nos liberan del peligro de sufrir un patinazo, por lo que no cabe más que disminuir la velocidad y aumentar la prudencia".
El asesor de movilidad y seguridad vial del RACVN subraya que debemos dejar trabajar a las máquinas quitanieves, dándoles prioridad cuando están trabajando en la carretera: "En un atasco, en plena nevada, creemos que sólo nosotros tenemos prisa, cuando, realmente, somos parte del problema; seamos solidarios", pide Murgia, que opina que, cuando la situación se complica, tendemos muchas veces a protestar, "si se echa sal en la carretera, porque se echa, y si no, porque no lo han hecho".
El peligro de las primeras gotas
La lluvia, cuando cae con intensidad, es otro fenómeno que examina nuestra pericia al volante. Luis Murgia recuerda, de entrada, el riesgo que traen consigo las primeras gotas tras un tiempo sin precipitaciones: "Se acumula un polvo en la carretera que es peligroso, y debemos tener asimilado; si llueve mucho, en cambio, la carretera se lava". La clave para evitar sorpresas desagradables en caso de lluvia fuerte es aumentar la distancia de seguridad: "Tendemos a conducir pegados al coche de delante de nosotros; además de que por ley debemos dejar una distancia suficiente para que podamos detenernos siempre, con independencia de lo que haga el que nos precede, no hay que olvidar que, si llueve mucho, el tiempo de frenado se alarga", explica Murgia. Como es lógico, tener los neumáticos en buen estado es imprescindible para disminuir el riesgo.
En relación con la lluvia, el Departamento de Interior del Gobierno vasco, en su web, ofrece una serie de recomendaciones para evitar el "aquaplanning", un fenómeno que se produce por la unión de tres factores: el mal estado de los neumáticos, una carretera con demasiada agua embalsada y una excesiva velocidad. Cuando circulamos demasiado rápido sobre una carretera mojada, el dibujo del neumático no puede evacuar el agua con la rapidez suficiente, por lo que la rueda patina sobre la superficie y el coche se domina con dificultad. Lo mejor es reducir la velocidad en los días lluviosos, además de mantener los neumáticos en las condiciones adecuadas.
Contra la niebla, buscar una referencia
La niebla, por último, es un fenómeno que no afecta directamente al vehículo, pero sí dificulta la conducción, porque requiere más concentración por nuestra parte al reducir la visibilidad. Luis Murgia aconseja "buscar una referencia: si la carretera tiene rayas pintadas, fijarnos en la de nuestra derecha, o, si no, en el borde derecho de la vía", no en el centro, porque el coche que nos crucemos puede hacer lo mismo con lo que la colisión sería inevitable. Murgia, asimismo, recomienda no abusar de las luces antiniebla, y restringir su uso a los momentos adecuados: "No debemos utilizarlas cuando llueve", señala. El Departamento de Interior, por su parte, aconseja no guiarnos por las luces traseras del coche que circula justo por delante: "El conductor de dicho vehículo no tiene más visibilidad que nosotros, y puede inducirnos a cometer errores".
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