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Jesús Torquemada

Análisis

Si no hay Schengen, no hay Europa

Jesús Torquemada

Jesús Torquemada

Alemania devolverá a los migrantes que hayan pedido asilo antes en otro país europeo. Austria o Italia no van a aceptar la devolución y amenazan con cerrar las fronteras. Esto es muy serio.

El acuerdo de Schengen, es decir, la libre circulación de personas en las fronteras de los países de la Unión Europea, está otra vez amenazado. La decisión del Gobierno alemán de imponer controles en la frontera con Austria está a punto de provocar un efecto en cadena. Lo que quiere Alemania es instalar en la frontera unos centros de concentración de inmigrantes para examinar allí cuáles son auténticos refugiados, que tendrían derecho a quedarse en Alemania, y cuáles son emigrantes económicos, que serían expulsados. Pero lo que le ha impuesto el ministro del Interior, Seehofer, a la canciller Merkel va más allá: si el solicitante de asilo que llega a Alemania ha pedido antes el asilo en otro país europeo, será devuelto a ese país.

Merkel ya ha alcanzado acuerdos para hacer eso con varios países, entre ellos España y Grecia. Pero Austria e Italia, dos de los países más duros en materia de inmigración, no aceptan eso, no van a permitir que Alemania les devuelva a ningún inmigrante. Por eso, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, amenaza con cerrar las fronteras de Austria con Italia y Eslovenia, para impedir que por ahí entren inmigrantes que luego podrían ser rechazados en la frontera alemana y se los tendría que quedar Austria. Esto es muy serio. Si no hay Schengen, no hay Europa.