Internacional -
Revuelta democrática en Egipto
El Gobierno egipcio promete 'mano dura' contra los manifestantes
- Los enfrentamientos se han cobrado ya 13 vidas y otras 1.200 personas han resultado heridas.
- Un periodista griego ha sido apuñalado.
Redacción
El vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, ha prometido "mano dura" con quienes sigan manifestándose: "La continuación de esta ''sentada'' supone el parálisis de nuestro estado, y no lo vamos a permitir". Además, ha dicho que las elecciones presidenciales de septiembre próximo no serán atrasadas "por ningún motivo".
Ante los nuevos enfrentamientos, el nuevo vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, ha prometido que castigará a todos los implicados en la violencia que ha enfrentado a partidarios y decractores del presidente Mubarak. Además, ha anunciado que el hijo de Mubarak, Gamal, no se presentará a la presidencia.
Suleiman ha asegurado que el presidente Hosni Mubarak cumplirá con su palabra y abandonará el poder en septiembre tras las elecciones presidenciales, al tiempo que ha apremiado a todos los grupos políticos a que participen en el diálogo con el Gobierno para llevar a cabo las reformas necesarias hasta entonces.
Un ambiente de violencia reina hoy de nuevo en la plaza Tahrir de El Cairo (Egipto), que está tomada por miles de manifestantes contrarios al régimen de Hosni Mubarak, mientras sus partidarios, muy organizados, se sitúan en los alrededores de la misma, acometiendo contra los opositores con armas de fuego, piedras y cócteles molotov e intentando conquistar sus posiciones.
Estos ataques, que comenzaron ayer al mediodía, se han saldado con al menos 13 muertos y 1.200 heridos, según ha confirmado el Gobierno. Uno de los fallecidos podría ser un extranjero.
Cinco de los fallecidos y una docena de los heridos se han producido esta misma madrugada debido a los disparos efectuados por partidarios de Mubarak desde el cercano puente 6 de Octubre con armas automáticas.
El Ejército, mientras tanto, ha intervenido por primera vez creando una zona de separación entre los detractores y partidarios del presidente, aunque ha tenido que disparar al aire para dispersar a los bandos enfrentados, según al Jazeera.
La actuación de los militares en las próximas horas, precisamente, será clave para frenar la masacre.
La situación es casi insostenible en El Cairo, donde además se teme que se recrudezca mañana, con motivo de la jornada de protestas llamada por la oposición. Esta vez no ha sido convocado un "día de la ira", como la pasada semana, sino un "día de la marcha".
Persecución a los periodistas
La cadena Al Yazira ha comunicado que un periodista griego ha sido apuñalado en la Plaza Tahrir. Según Reuters, su compañero, fotógrafo, ha sido también atacado.
Al margen de esa agresión, los agentes están reteniendo a un gran número de periodistas. La policía militar egipcia ha retenido a dos equipos de TV3, un total de seis personas. Se trata de Eduard Sanjuan, director del espacio, junto con Mireia Pigrau, Sandra Rierola, Lluís Jené, Walter Ojeda y Roser Oliver.
Según relatan los enviados especiales de EITB&' || 'nbsp;a la capital egipcia, Olatz Simón y Mikel Ayestarán, los medios afines al régimen están difundiendo el rumor de la presencia de occidentales armados, por lo que los leales a Mubarak están agrediendo a occidentales y periodistas, entre ellas la corresponsal de TVE, Rosa María Molló.
La enviada especial en Egipto de ABC y Punto Radio, Laura Caro, y la de la cadena COPE, Beatriz Mesa, han sido llevadas a comisaría cuando intentaban cubrir los enfrentamientos. Ambas han sido posteriormente puestas en libertad.
Además, la Policía egipcia ha detenido a un delegado de Amnistía Internacional y otro de Human Rights Watch (HRW) durante un registro realizado en las oficinas del Centro Legal Hisham Mubarak, según ha informado la primera de las ONG en un comunicado.
Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense ha condenado lo que su portavoz ha descrito como "una campaña concertada de intimidación" contra los periodistas extranjeros que cubren la situación política en Egipto.
Pese a que Mubarak ha anunciado que permanecerá en el poder hasta septiembre, los manifestantes no se rinden, ya que saben que la represión sería brutal. Por eso, sienten que no tienen nada que perder e incluso más manifestantes están llegando en aviones desde EE. UU, Europa y otros lugares.
El Gobierno niega estar implicado en la violencia
Por su parte, el Gobierno ha negado cualquier implicación en la ola de violencia provocada por sus partidarios, pese a que se tratan de ataques muy organizados en los que podría haber incluso policías de paisano.
El primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, ha pedido hoy disculpas a los ciudadanos por los incidentes de ayer y ha asegurado que se debieron a un "claro error" en la seguridad, que está siendo investigando. Aún con esta declaración, la violencia de sus partidarios no ha cesado.