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Brasil
Lula da Silva dice que "los vándalos fascistas" y sus financiadores serán "encontrados y castigados"
La Policía, que ya ha logrado asumir el control del Congreso, palacio presidencial y Supremo tras el asalto, ha detenido a 300 seguidores del expresidente de ultraderecha. Bolsonaro, entretanto, ha negado su responsabilidad con lo ocurrido.
Agencias | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: "Basati faxistak" eta finantzatu dituztenak "aurkitu eta zigortuko" dituztela hitzeman du Lula da Silvak
Tras tomar el control de las sedes del Parlamento, del Supremo y de la Presidencia de Brasilia asaltadas por parte de miles de seguidores de Bolsonaro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado que los "vándalos fascistas" serán "encontrados" y "castigados" así como sus financiadores.
El mandatario progresista ha calificado de "barbarie" los graves altercados registrados en la capital brasileña por parte de radicales de la extrema derecha, quienes han sido "estimulados" por el exgobernante, según Lula.
"Vamos a descubrir a los financiadores" de esas protestas violentas y de cuño golpista, que "destruyeron todo lo que encontraron a su paso", ha indicado Lula, quien ha denunciado fallos de seguridad por parte del Gobierno del Distrito Federal de Brasilia.
"La democracia garantiza el derecho de la libertad de expresión", pero "exige que las personas respeten las instituciones", ha manifestado Lula, quien juró como jefe de Estado de Brasil el pasado 1 de enero.
Lula se encontraba este domingo en Araraquara, en el interior de Sao Paulo, para conocer los daños provocados por las fuertes lluvias de los últimos días en la región. La comunidad internacional ha condenado el ataque.
300 detenidos
La Policía ha logrado tomar el control de las sedes atacadas pasadas más de dos horas y media después del asalto. Los agentes han encontrado varias estancias destrozadas, con obras de arte en el suelo, ventanales rotos y equipos y muebles destruidos.
Al menos 300 partidarios de Bolsonaro han sido detenidos "300 detenidos. Las investigaciones siguen hasta que el último integrante sea identificado", ha informado la Policía Civil de Brasilia.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ha informado, además, de que se han decomisado "40 autobuses" que llegaron a la capital brasileña en las últimas horas con cientos de bolsonaristas radicales y que identificaron a los "financiadores" que hicieron posible esos viajes desde distintos puntos del país.
El ministro de Justicia también ha recriminado la actuación de las autoridades del Distrito Federal de Brasilia. De hecho, un juez de la Corte Suprema de Brasil ha apartado de su cargo al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, por posibles "omisiones" en el intento de disuadir a la multitud de radicales bolsonaristas.
Por su parte, el presidente Lula ha decretado la intervención federal del área de seguridad de la capital brasileña. La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que los cuerpos y fuerzas de seguridad de Brasilia pasarán ahora a estar bajo control del Gobierno central.
Bolsonaro niega responsabilidad alguna
Tras las acusaciones de Lula de estar detrás del asalto, el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha negado desde EE. UU. su responsabilidad en lo ocurrido.
El líder ultraderechista ha asegurado que durante su mandato "siempre" ha cumplido con la Constitución, "respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad".
Bolsonaro ha comparado los hechos acontecidos este domingo, que ha calificado de "depredaciones e invasiones" con las "manifestaciones convocadas por al izquierda", asegurando que "escapan la regla", ya que "las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia".