Internacional -
Disturbios en Francia
La muerte de un bombero en Francia no está relacionada con los disturbios
El estado galo lleva seis noches de disturbios después de que un policía matara de un disparo a un joven cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre. Ha habido más de 3000 personas detenidas en todos estos días, y este lunes realizarán concentraciones en los ayuntamientos del país.
Agencias | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Frantziako suhiltzaile baten heriotzak ez du istiluekin zerikusirik
La muerte de un bombero que trabajaba en la extinción de un incendio en un aparcamiento subterráneo de la ciudad de Saint Denis, en el extrarradio de París, no está relacionado con los disturbios que se vienen produciendo desde hace seis días en Francia, a la vista de los elementos de la investigación.
La Fiscalía de Bobigny puntualizó que no hay ninguna prueba de que el fallecimiento de ese joven, de 24 años, tenga que ver con los altercados, como algunos pudieron interpretar cuando anunció el siniestro el ministro de Interior, Gérald Darmanin. En su cuenta de Twitter, el ministro había indicado que su muerte se produjo cuando luchaba "contra un fuego de varios vehículos en un aparcamiento subterráneo en Saint Denis".
El bombero murió a causa de una parada cardiorrespiratoria debida a la intoxicación por humo. Sus compañeros, que le prestaron los primeros auxilios, no pudieron hacer nada para reanimarlo.
La Prefectura de Policía de París ha señalado que se desconoce el origen del incendio, que obligó a desalojar el edificio del aparcamiento, en el que hay viviendas sociales.
Seis noches de disturbios
Poco antes de dar conocimiento de la muerte del bombero, el Ministerio de Interior había comunicado los datos provisionales de los disturbios en la noche del domingo al lunes, destacando que ha habido "muchos menos" incidentes que la precedente. De esta manera, han contabilizado 157 arrestos y tres agentes de las fuerzas del orden heridos.
Más de 3000 personas han sido detenidas desde que empezó este estallido social el 27 de junio después de que un policía matase de un disparo a un joven de 17 años que conducía sin carné y se saltó un control.
Uno de los incidentes más graves desde entonces fue el ataque de varios individuos que lanzaron un coche ardiendo contra la casa del alcalde de la ciudad de L'Haÿ les Roses, en las afueras de París, Vincent Jeanbrun, en la noche del sábado al domingo.
Jeanbrun no se encontraba entonces en su domicilio, pero sí su esposa y sus dos hijos, de 5 y de 7 años. La mujer y uno de los niños resultaron heridos. Estos hechos están siendo investigados por la Justicia como una tentativa de asesinato.
Concentraciones de repulsa
Este mediodía hay convocadas en toda Francia concentraciones en los ayuntamientos del país en apoyo de los alcaldes después del ataque del domicilio del primer edil de L'Haÿ les Roses.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que ha trastocado totalmente su agenda por este estallido social, tiene previsto recibir hoy a los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado. Asimismo, el mandatario recibirá el martes en el Palacio del Elíseo a los regidores de más de 220 municipios afectados por las protestas.
Macron ha pedido también a sus ministros "restablecer el orden y garantizar el regreso a la calma", mientras que ha indicado que el Gobierno "debe seguir estando al lado" de las fuerzas de seguridad que han estado movilizados día y noche.
Justicia
El detonante de esta oleada de altercados fue la muerte de un joven de 17 años llamado Nahel, que recibió un disparo mortal por parte de un policía cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre el pasado día 27.
El agente está encarcelado e imputado por homicidio voluntario después de que circularan varios vídeos grabados por testigos de la escena que mostraron que el intento de huida de Nahel, en contra de lo que pretendió en su primera declaración, no puso en peligro su integridad física ni la del otro motorista de la policía que intervenía con él en la persecución del menor.
Por su parte, este domingo, en declaraciones al canal de televisión BFM, la abuela del menor, identificada como Nadia, pidió a los alborotadores que dejen de usar a su nieto como "pretexto" para sembrar la violencia, a los que ha pedido que paren, recalcando que "confía en la justicia" y quiere que el policía pague por lo que ha hecho, "como todo el mundo".
Declaraciones contradictorias
El tercer ocupante del coche que conducía el joven Nahel cuando murió, que se encontraba en paradero desconocido, se ha entregado a la Policía para dar su versión de los hechos.
Fuentes policiales y de la Fiscalía de Nanterre confirmaron que este joven de 17 años, que había hecho declaraciones a varios medios de comunicación en los últimos días sobre lo que vio y escuchó, debe prestar declaración ante los investigadores de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN).
Antes de presentarse, este joven había contado a los medios que estaban circulando con un coche de alquiler cuando dos policías en moto les empezaron a perseguir. Cuando el coche se tuvo que detener en un atasco, uno de los agentes le exigió al conductor, que no tenía carné, que bajara la ventanilla y que parara el motor.
Según el tercer ocupante del coche, le amenazó con dispararle si no lo hacía y le golpeó con su arma, y a causa de eso Nahel soltó el pie del freno, con lo que el coche (automático) se puso en marcha. Fue entonces cuando el policía disparó.
El Prefecto de Policía, Laurent Núñez, ha desmentido ese testimonio, al afirmar que Nahel primero paró el motor, pero luego lo volvió a poner en marcha para tratar de huir y fue en esas circunstancias cuando se produjo el tiro mortal.