Política -
Proceso de paz
Iñigo Lamarca: 'Esto ya no tiene vuelta atrás'
El ararteko, que apura sus últimos días en funciones al frente de la institución, recuerda que "lloró de alegría" el día del anuncio de ETA.
Iker Gómez | eitb.eus
El ararteko Iñigo Lamarca apura sus últimos días en funciones al frente de la institución hasta que el Parlamento Vasco designe a su sucesor. Lamarca, que ha sido el único en repetir mandato, ha respondido a las preguntas de eitb.eus con motivo del tercer aniversario del anuncio de cese definitivo de ETA.
- ¿Cómo recuerdas el día del anuncio? ¿Cuál fue tu primera reflexión?
Lloré de alegría. Mi cabeza se inundó enseguida de imágenes sobre asesinatos perpretados por ETA y de otras relativas a personas que vivían con una amenaza de muerte permanente. Mi primera reflexión fue que por fin dejarían de vulnerarse derechos fundamentales básicos por la acción violenta de este grupo terrorista. Los valores democráticos basados en los derechos humanos habían triunfado.
- Pasados tres años, ¿en qué punto dirías que nos encontramos? ¿se han cumplido tus expectativas iniciales tras conocer la decisión de ETA?
El final del uso de la violencia criminal por parte de ETA es irreversible y hoy en día nadie duda de ello, habiéndose disipado algunas dudas iniciales. Se ha pasado definitivamente una página terrible y sangrienta de nuestra historia. Esto ya no tiene vuelta atrás. Hay que seguir trabajando, en cualquier caso, para que ETA se disuelva incondicionalmente, para seguir desarrollando y aplicando la ley vasca 4/2008 de reconocimiento y reparación de las víctimas del terrorismo y para que los valores democráticos de respeto a los derechos humanos sean asumidos por la totalidad de la sociedad vasca sin excepciones, con todas las consecuencias y mirando hacia el pasado y hacia el futuro.
- De cara al futuro cercano, ¿cómo crees que evolucionará este proceso?
No tengo dudas de que los objetivos señalados en la respuesta anterior se cumplirán porque se están dando pasos, bastantes y diversos, en la buena dirección, porque hay voluntad de seguir para adelante en esa dirección y porque a esa voluntad hay que sumarle el deseo inmenso de la sociedad vasca de superar el horror que hemos vivido, manteniendo viva la memoria de lo acontecido, dando amparo a las víctimas de ese horror y cimentando sólidamente un futuro basado en la paz, en la convivencia y en el respeto escrupuloso a los derechos humanos.