El Parlamento Vasco rechaza la reforma 'excepcional' del TC

El Parlamento Vasco ha rechazado hoy la reforma del Tribunal Constitucional impulsada por el PP para permitir que el alto tribunal persiga a los cargos públicos que incumplan sus sentencias porque es "excepcional" y responde al "impulso de los intereses políticos" del Gobierno de Mariano Rajoy.

El pasado día 15, el Senado aprobó con el apoyo en solitario del PP esta reforma, justo el día en el que el presidente catalán, Artur Mas, declaraba como imputado por la consulta del 9N.

EH Bildu ha presentado hoy en el Parlamento Vasco una proposición no de ley para rechazar esta reforma, que busca "impedir el proceso democrático" que se está llevando a cabo en Cataluña y que ha salido aprobada con el apoyo del PNV.

PSE, UPyD y PP, en contra

El PSE y UPyD también han censurado esa modificación, pero no han apoyado la iniciativa de la coalición. El PP también ha votado en contra.

Así, Parlamento Vasco considera que la citada reforma legal, que califica de "excepcional", responde "al impulso de los intereses políticos del partido que sostiene al Gobierno de España" y declara que los "procesos políticos democráticos no se pueden impedir mediante sanciones, amenazas o represión".

La Cámara de Vitoria-Gasteiz subraya asimismo que procesos independentistas como el catalán "deben canalizarse mediante debates políticos democráticos basados en el respeto a la decisión de la ciudadanía libremente expresada".

El Parlamento Vasco defiende el "derecho que asiste a los representantes políticos" a "expresar su opinión política y a actuar políticamente con libertad", algo que se "pretende sancionar" con esta reforma.

Debate

Durante el debate, el parlamentario de EH Bildu Hasier Arraiz ha ha censurado que se utilice la judicatura para "aplastar un problema político" y así se opte por "mandar jueces" a Cataluña en vez de "tanques".

Joseba Egibar (PNV) ha opinado que con la reforma del TC el Estado evita el debate político y, "por la puerta de atrás, adecúa la legalidad a su pensamiento político" y atribuye al alto tribunal la capacidad para dirimir conflictos políticos.

José Antonio Pastor (PSE) también ha criticado una reforma que "desnaturaliza" la función del TC, que pasa así de "árbitro e intérprete de la Constitución a policía". Sin embargo, los socialistas han votado en contra de la iniciativa.

Borja Sémper (PP) ha replicado a Arraiz que en un Estado democrático se "envían jueces y no tanques" y que las discrepancias se "dirimen con la política y los jueces" y no con "tanques" ni "pistolas".

Gorka Maneiro (UPyD) ha calificado de "innecesaria y posiblemente inconstitucional" esta reforma, que ha tachado de "chapuza y disparate jurídico". También ha rechazado que EH Bildu pretenda dar "lecciones de democracia" y por ello ha votado en contra de su iniciativa.