Política -
Plan de Convivencia
Celaá defiende el plan como vía para 'evitar silencios clamorosos'
El Plan de Convivencia contará con un presupuesto de 6,8 millones de euros. La consejera de Educación ha valorado el esfuerzo realizado por el PNV y el PSE en la negociación.
Redacción
El Gobierno Vasco ha defendido hoy el Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia como una vía para evitar sobre todo en el terreno educativo "actitudes difusas o silencios clamorosos con respecto a la violencia ilegítima". La consejera de Educación, Isabel Celaá, ha informado que el plan contará con un presupuesto de 6,8 millones de euros durante los dos próximos años.
Celaá ha dicho que el anterior Plan de Educación para la Paz no generaba consenso político y social, sino "silencios" y ha considerado que el Gobierno del PSE y el PNV realizaron durante las últimas semanas "un esfuerzo meritorio" para alcanzar puntos de coincidencia para su reformulación que ambas partes "juzgamos importantes especialmente en el terreno de la educación".
La consejera ha comparecido en sede parlamentaria para explicar el origen, contenido y objetivos del documento aprobado ayer por el Gobierno Vasco. Y lo ha hecho acompañada por la secretaria general de Coordinación de Presidencia del Gobierno Vasco, Virginia Múgica, la directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, y la directora de Derechos Humanos, Inés Ibáñez de Maeztu.
La titular de Educación ha afirmado que la reformulación del plan anterior nace de la necesidad de suscitar cambios sociales orientados a la deslegitimación de la violencia, el respeto al Estado de Derecho y la incorporación del reconocimiento y la memoria de las víctimas al cuerpo social, así como de la conveniencia de evitar sobre todo en el terreno de la educación "actitudes difusas o silencios clamorosos" en relación con la violencia ilegítima.
Para el Ejecutivo del PSE este documento va a convertirse en una herramienta indispensable para "la erradicación de propuestas que todavía hoy justifican la utilización de la violencia para conseguir objetivos políticos". El anterior plan supuso un avance sustantivo y por esta razón se mantienen muchos de sus postulados y acciones, ha reconocido, pero tenía áreas "claramente mejorables" que son corregidas ahora.
Testimonios
Celaá ha subrayado como eje rector del plan la centralidad de las víctimas del terrorismo "como elemento estratégico para la recomposición social", pero ha precisado que el alumno ocupa la centralidad en los centros escolares donde el testimonio de las víctimas se convierte en "un recurso pedagógico valioso al servicio de su proceso de aprendizaje. Son los principios pedagógicos los que rigen el proceso de educación".
Posiciones ante el Plan
El PNV reconoce "avances" en el Plan respecto al primer borrador, pero deja claro que "no es nuestro plan" y avisa que va a ser extremadamente vigilante con su ejecución y desarrollo. Los nacionalistas consideran que se pierde una gran oportunidad de incluir a las víctimas de la tortura o de vulneraciones de motivación política.
PP y UPyD han respaldado sin reservas el Plan, mientras que EB ha dado su "apoyo crítico" al mismo. El popular Leopoldo Barreda ha dicho que la reformulación era "imprescindible" debido a que, a su juicio, el anterior documento incluía conceptos "equidistante y ambiguos" que desaparecen en el nuevo texto, y ha indicado que "ha habido mejoras, pero no cambios sustanciales. Los apoyos obedecen más a rectificaciones que a cambios de su contenido".
Aralar ha dicho que "no es un Plan de educación sino que lo que busca es llevar la política antiterrorista a las escuelas" y ha advertido de que "no va a acercar la paz ni una convivencia normalizada porque hace una clasificación de terrorismos y hace casi desaparecer cualquier violencia que no sea la de ETA".
EA, a través de un comunicado, ha opinado que "el lehendakari, Patxi López, debería pedir perdón a la sociedad vasca porque el plan insinúa que ésta ha mostrado connivencia con ETA".