Política -

Sucesión en el PSOE

El PSOE busca una posición común sobre el modo de suceder a Zapatero

El Partido Socialista sigue dividido. Mientras algunos dirigentes optan por decidir al sucesor de Zapatero en un Congreso extraordinario, otros defienden las primarias.

Redacción

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Las direcciones regionales del PSOE buscarán hoy una posición común sobre la fórmula para la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero antes del Comité Federal del próximo sábado, una unidad que da por segura la portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano.

Valenciano ha asegurado que de la reunión que José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco mantendrán mañana, víspera del Comité Federal, con los barones territoriales del partido saldrá, "con toda seguridad", una posición "única y común".

En declaraciones a TVE, Valenciano se ha referido así a la diferencia de criterios entre los dirigentes socialistas sobre si la sucesión del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, debe decidirse en primarias o en un congreso del partido.

El objetivo de ese encuentro es consensuar una postura mayoritaria antes del Comité Federal del sábado, convocado, en principio, para fijar el calendario de primarias.

Muchos barones territoriales y dirigentes del PSOE son partidarios de adelantar el congreso federal del partido y elegir en ese escenario a su nuevo candidato para los comicios generales, en vez de recurrir a las primarias, fórmula que defiende José Luis Rodríguez Zapatero.

Con el fin de unificar un criterio, hoy habrá múltiples contactos entre los dirigentes del partido para sondear qué opción es la que tiene más posibilidades de éxito.

Disputa entre Patxi López y Zapatero

El secretario general del PSE-EE, Patxi López, abrió la caja de los truenos el martes al proponer la celebración de un congreso extraordinario del PSOE, que obligaría a la actual cúpula socialista a dimitir y evitaría la celebración de elecciones primarias.

Zapatero rechazó ayer esa posibilidad y confirmó la celebración de elecciones primarias. Añadió asimismo que, tras hablar con López, éste compartió la fórmula.

Horas después, sin embargo, el PSE-EE mantuvo en un comunicado su apuesta por el congreso extraordinario.

Abierta la caja de Pandora, el seno del Partido Socialista se encuentra dividido. Dirigentes como Guillermo Fernández Vara, Alfonso Guerra y Diego López Garrido se han mostrado a favor de la propuesta de Patxi López, mientras que otros como Carme Chacón, Marcelino Iglesias y José Blanco, además del propio Zapatero, defienden el proceso de primarias.

Congreso o primarias, ¿en qué se diferencian?

Según los Estatutos y Reglamentos del partido, las primarias para elegir candidato se resuelven en un plazo máximo de 15 días desde se abra el plazo para presentar candidaturas; la convocatoria de Congreso ordinario implica un plazo de 60 días, y la de un Congreso extraordinario, limitado a un asunto "específico", se reduce a 40.

Por el momento, lo único claro es que el presidente del Gobierno y secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere que el Comité Federal de este sábado fije el calendario para unas primarias.

En caso de elecciones primarias, los aspirantes presentan sus candidaturas a la Comisión Federal de Garantías, que debe comprobar si cumplen los requisitos y, en tal caso, proclamarlos como aspirantes. Contra su decisión cabe recurso en un plazo de 48 horas, y su resolución tendrá carácter definitivo. A partir de ese momento se abre una campaña de siete días y se procede a la votación entre todos los militantes.

Un Congreso extraordinario se convoca cuando lo aconsejan "circunstancias especiales" o para tratar algún "tema específico" y puede convocarlo la Ejecutiva Federal, el Comité Federal --el reglamento tampoco habla de porcentajes-- o "cuando lo pidan la mitad más uno de los militantes". Un Congreso extraordinario solo puede adoptar resoluciones sobre las materias previstas en su orden del día.

En este caso, la convocatoria supondría la dimisión inmediata de la actual directiva del PSOE, y la votación no se realizaría entre todos los militantes, sino entre los 500 y 2.000 "delegados" de las distintas federaciones que acudan al congreso.

Según los Estatutos, los aspirantes a ser secretario general deben contar con el aval de al menos un 20% de los delegados al Congreso.

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