Política -
Audiencia Nacional
Condenado a 52 años el preso de ETA Iñigo Guridi por un atentado frustrado en el 2000
El objetivo era un miembro de la Guardia Civil que residió en Cintruénigo, aunque en el momento en el que se puso la bomba ya no residía en esa casa, aunque sí una mujer y un niño pequeño.
agencias | redacción
Euskaraz irakurri: Iñigo Guridi ETAko presoari 52 urteko zigorra, huts egin zuen atentatu batengatik
La Audiencia Nacional ha condenado a 52 años de cárcel al exmiembro de ETA Iñigo Guridi Lasa por la colocación de un artefacto que no llegó a explotar en el alféizar de una vivienda de Citruénigo (Navarra) en la que pensaba que vivía un guardia civil, pero que en esa época, noviembre de 2000, estaba habitada por una mujer y un niño pequeño.
Tal y como pedía la Fiscalía, la Sección primera de la Sala de lo Penal ha condenado a Guridi Lasa a dos penas de 19 años por sendos delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa con la agravante de reincidencia -por las dos personas que vivían en la casa- y otros 14 años por estragos terroristas en grado de tentativa.
La sentencia declara probado que en esas fechas el acusado formaba parte del comando Totto y, siguiendo las instrucciones del responsable del mismo, en fecha no precisada, pero próxima y anterior al 9 de noviembre de 2000, sus integrantes colocaron un artefacto explosivo en una jardinera ubicada en el alféizar de una de las ventanas del salón-comedor de la primera planta de una vivienda de la localidad de Cintruénigo.
El objetivo era causar la muerte de un miembro de la Guardia Civil que residió en esa vivienda en régimen de alquiler hasta marzo de 1996, desconociendo el comando que se había trasladado a otra localidad, por lo que estaba ya habitada por otra persona "no perteneciente a los fuerzas de seguridad", y su hijo menor de edad.
El 28 de enero de 2001 fue hallado en la jardinera, procediéndose a su retirada y desactivación por especialistas del GEDEX de la Guardia Civil de Navarra.
Para condenar al acusado, lo magistrados se basan en la prueba pericial que detectó coincidencias en la composición de este artefacto con otros elementos semejantes encontrados por la Ertzaintza en el registro del domicilio de Guridi Lasa tras su detención.
"Probabilidad de su autoría delictiva que se convierte en convicción plena", con la pericial grafística de tres documentos manuscritos intervenidos a la dirección de ETA en los que se explicaban detalles sobre esa acción que sólo su autor pudo conocer y que "efectivamente expresó de su puño y letra el meritado Jose Ignacio Guridi Lasa, que reconoció en el turno de última palabra haber pertenecido a la organización terrorista ETA", concluye el tribunal.