Un gran cuadro urbano rendirá homenaje a los balleneros vascos

El Aita Guria, embarcación amarrada en el puerto de Bermeo que en 2006 se presentó como "ballenero del siglo XVII y centro de interpretación de la pesca de la ballena", tendrá a partir de julio 'un nuevo acompañante'. Un mural de grandes dimensiones (4 metros de alto por 80 de largo) ubicado en la zona estratégica de la Atalaya recreará con la ayuda de 20 imágenes históricas la caza de la ballena y rendirá tributo a los balleneros bermeotarras.

El trabajo, encargado por el Ayuntamiento de Bermeo, se ha iniciado esta misma semana, y estará listo dentro de un mes, tras un minucioso trabajo pictórico. Luis Olaso y Óscar Martín son los artistas encargados de dar forma artística a este proyecto que recordará al visitante el ancestral apego de la localidad costera vizcaína a la pesca.

El inmenso muro es todavía un lienzo vacío, blanco, con algunos pequeños trazos en negro que perfilen lo que será, una vez finalizado, el escudo de la villa. "La pared está dividida en 20 partes de 4x4, separadas por columnas. Vamos a pintar en cada una de las paredes 10 imágenes basadas en fotografías y antiguas ilustraciones de la caza de la ballena en Bermeo y a la derecha de cada imagen habrá un texto explicativo en euskera, castellano, francés en inglés", detalla Luis.

El escudo de Bermeo recoge los hechos más relevantes de la historia de la localidad. Los lobos, la cabeza barbada, la ballenera con la ballena y la leyenda recogen de forma emblemática importantes efemérides y circunstancias del pasado de la villa. La ballena y el bote ballenero con los remeros y el arponero en proa en disposición de lanzar el arpón representan la actividad que antiguamente desarrollaban los bermeanos en la pesca de la ballena. Es por eso que la primera imagen del mural será la del escudo de la localidad.

A partir de ahí, se construirá un relato que constará de varias secuencias: los utensilios que se empleaban para esta actividad, la vestimenta de los arrantzales, la propias ballenas, la importancia de la Atalaya... Y es que la pesca de la ballena se realizaba en las costas del Cantábrico, para lo cual se disponía de atalayas en las que un vigía observaba el paso de las ballenas. En el momento adecuado el vigía daba un aviso al puerto de tal forma que los arrantzales se subían a sus txalupas, tras lo cual se iniciaba una carrera por arponear primero a la ballena.

"Cuatro de los murales, basados en grabados de Bermeo, van a explicar el proceso desde que los balleneros salían a la pesca hasta que volvían al puerto. Se va a transformar la Atalaya en un pequeño museo a través de murales que muestren esa antigua tradición", explica el artista vizcaíno.

Luis y Óscar dedicarán al menos un mes a este proyecto. La jornada arranca a las 11:00 y termina al atardecer. Los dos pintores llegan todos los días cargados con sus utensilios -pintura acrílica, pinceles y brochas-, y tras montar el andamio, se ponen manos a la obra. "Después de dar la imprimación a la pared, empezamos a dibujar, a esquematizar las formas, trabajando desde el claroscuro, primero los tonos más oscuros, utilizando blancos y negros y, luego, se van metiendo los matices de grises y tonos intermedios", detallan.

Al ser un lugar muy transitado, la obra está generando mucha expectación entre los vecinos. "La gente viene exclusivamente a verlo, y nos hacen muchas preguntas, porque se trata de algo inusual. Además, tenemos una torres con ruedas que la vamos moviendo, y esta vez estamos bastante cerca del suelo ?el andamio tiene 5 metros de altura y 4 de largo-, por lo que el diálogo entre el artista y el paseante en más cercano".

Investigación

El mural de los balleneros vascos ha requerido de un trabajo previo de investigación en el que han colaborado estrechamente con Aingeru Astui, concejal de Cultura, director del Arrantzaleen Museoa y gran conocedor de la materia. Según explica Olaso, algunas imágenes están sacadas del archivo y otras son grabados e ilustraciones de la caza de las ballenas. "Hemos puesto en común las dos visiones; desde el consistorio han puesto el acento en el nivel narrativo, diciendo qué era lo más importante, y nosotros hemos aportado nuestra visión artística".

Un proyecto "ambicioso"

"Es de los murales más costosos que hemos hecho hasta el momento, porque son 10 imágenes distintas, que tienen su complejidad. Es un proyecto ambicioso y bonito porque estás transformando un muro de ladrillo en un pequeño museo a través de la historia de Bermeo", enfatiza.

Pronto serán las ocho. Momento de recoger todos los materiales. Mañana concluirán la primera secuencia. Si el tiempo acompaña.

(Parte de las ilustraciones en las que se basará el mural)