Sociedad -
Desprendimiento
Las instituciones crean un grupo de trabajo técnico para Ondarroa
El Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento van a trabajar de manera coordinada para afrontar el pago de los trabajos en la ladera; el Consistorio necesita ayuda para ello.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Erakundeek Ondarroarako lantalde teknikoa sortu dute
El Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Ondarroa han acordado hoy crear un grupo de trabajo técnico para afrontar el problema del desprendimiento de la ladera de Kamiñalde el pasado mes de marzo, que mantiene fuera de sus casas a cien familias de esta localidad vizcaína.
Con vistas a encauzar la labor de las instituciones y afrontar el pago de los trabajos derivados del desprendimiento, que no pueden ser asumidos en solitario por el Ayuntamiento de Ondarroa, se han reunido esta mañana en Bilbao representantes del Ejecutivo, la Diputación y el consistorio.
Al encuentro han asistido el consejero vasco de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka; el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; la diputada foral de Administración Pública y Relaciones Institucionales, Ibone Bengoetxea; y el alcalde de Ondarroa, Zunbeltz Bedialauneta.
El alcalde reitera que el Ayuntamiento no puede afrontarlo en solitario
El alcalde ha reiterado que el Ayuntamiento de Ondarroa no puede afrontar en solitario el gasto de 17 millones de euros de los trabajos de estabilización de la ladera afectada y el arreglo de los desperfectos en las viviendas.
Los representantes institucionales han acordado crear un grupo de trabajo con la participación del Gobierno Vasco, la Diputación y el Ayuntamiento para afrontar el problema y buscar una solución, según han informado fuentes de los reunidos.
El pasado mes de marzo, 176 familias de Ondarroa tuvieron que ser desalojadas de sus hogares tras los desprendimientos de la ladera de Kamiñalde motivados por las intensas lluvias. Setenta familias regresaron a sus casas el pasado 29 de julio, tras la apertura de la calle San Inazio, y un centenar de ellas aún no puede volver a sus viviendas.