Sociedad -
Escándalo en Australia
Un arzobispo australiano, declarado culpable de encubrir abusos sexuales a menores
Philip Wilson, arzobispo de Adelaide, se convierte en el católico de mayor rango en el mundo en ser condenado por tal acusación.
Agencia | Redacción
Euskaraz irakurri: Australiako artzapezpiku bat pederastia kasu bat estaltzeaz errudun jo dute
Philip Wilson, arzobispo de Adelaide (Australia), ha sido declarado este martes culpable de encubrir abusos sexuales a menores por parte de un sacerdote, que según los medios australianos le convierten en el católico de mayor rango en el mundo en ser condenado por tal acusación.
Se espera que Wilson sea condenado por el tribunal en junio y se enfrenta a una pena máxima de dos años de cárcel.
Wilson, de 67 años, ha sido acusado de encubrir una ofensa gravemente procesable por otro sacerdote, James Fletcher, después de que fuera informado en 1976 cuando era asistente de un párroco en el estado de Nueva Gales del Sur.
Los abogados de Wilson han argumentado que no sabía que Fletcher había abusado de un niño, según ha informado la cadena australiana ABC. Fletcher fue declarado culpable en 2004 de nueve cargos por abuso sexual infantil y murió en la cárcel en 2006.
Una declaración por correo electrónico del tribunal local en Newcastle, en Nueva Gales del Sur, ha afirmado que el juez Robert Stone ha dictaminado que "la ofensa había sido probada", al no aceptar que Wilson no recordara la conversación mantenida con una víctima en 1976. El joven, que entonces tenía 15 años, relató al arzobispo que Fletcher abusó de él unos años antes.
La Conferencia de Obispos Católicos de Australia ha asegurado que Wilson ha mantenido su inocencia durante todo el proceso judicial, y que consultará con sus abogados cuáles deben ser sus próximo pasos.
1.100 denuncias por pederastia en la Iglesia Anglicana
El año pasado, Australia cerró una investigación de cinco años designada por el Gobierno sobre el abuso sexual infantil en iglesias y otras instituciones, en medio de acusaciones en todo el mundo de que las iglesias habían protegido a los sacerdotes pederastas moviéndolos de parroquia en parroquia.
La investigación determinó que el 7 % de los sacerdotes católicos que trabajaban en Australia entre 1950 y 2010 habían sido acusados de delitos sexuales contra niños y que casi 1.100 personas había presentado demandas de agresión sexual infantil contra la Iglesia Anglicana durante 35 años.