Sociedad -
Violencia contra las mujeres
La víctima de violencia machista de Oia había denunciado en abril, y su caso fue considerado de riesgo medio
Ana Vanessa Serén ha sido recordada con una concentración frente al camping donde fue asesinada a manos de su expareja. Sobre él pesaba una orden de alejamiento, y la Guardia Civil había intervenido hasta 56 veces para proteger a la víctima.
EITB Media
Euskaraz irakurri: Oiako biktimak apirilean salatu zuen bikotekide ohia, eta kasuari arrisku maila ertaina ezarri zioten
La localidad pontevedresa de Oia ha mostrado su repulsa ante el crimen machista de Ana Vanessa Serén con un minuto de silencio este mediodía en la entrada del camping. La mujer, fue asesinada a tiros ayer por su expareja, un guardia civil que tras huir se quitó la vida.
Los vecinos y vecinas, consternados ante este terrible crimen, han depositado flores en la entrada de las instalaciones del camping, donde Ana Vanesa trabajaba y fue asesinada, y han mostrado su dolor e indignación por lo ocurrido. En la localidad, las banderas ondean a media asta.
Por otra parte, la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, ha explicado que Ana Vanessa había presentado denuncia en abril y su caso era considerado de "riesgo medio". Ello dio paso a un juicio rápido que concluyó con una sentencia de orden de alejamiento de 300 metros y prohibición de comunicación con la víctima.
Tras esta sentencia, Larriba ha señalado que los agentes de la unidad de la Guardia Civil encargados de este tipo de casos intervinieron en un total de 56 ocasiones para proteger a la víctima, una de ellas "muy recientemente".
La alcaldesa en funciones de Oia, Cristina Correa, ha dicho que "por desgracia estos casos pasan mucho más habitualmente de lo que cualquiera desearía". Correa anunció ayer que se decretarían tres días de luto oficial y que se suspenderían las actividades municipales programadas para esta jornada.
Por su parte, la directora del camping, Beatriz González, ha señalado a los medios de comunicación que se trata de un hecho "muy triste y duro de afrontar".
El homicida tenía en vigor una orden de alejamiento de 300 metros y la prohibición de comunicarse con la víctima, además de varias denuncias previas por violencia machista.
De confirmarse la naturaleza machista de este asesinato, el número de mujeres asesinadas en el conjunto del Estado español por sus parejas o exparejas en lo que va de año asciende a 21 y a 1025 desde 2003.