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Ley de propiedad intelectual
EEUU, pendiente del pulso entre Google News y España
España es el primer estado del mundo del que se retira Google News. En EE. UU. el debate también está servido.
Redacción
La decisión de Google News de dejar de incluir su portal en España ha generado máxima expectación en EE. UU. por la potencial relevancia del caso en el debate abierto sobre el futuro de los medios de comunicación.
El responsable de Google News, Richard Gingras, anunció el miércoles por la noche en el blog de la compañía la decisión de cerrar Google News en España a raíz de la entrada en vigor de una nueva ley de propiedad intelectual en enero.
La citada legislación obliga a cualquier publicación española, quiera o no, a cobrar una remuneración a servicios como Google Noticias por la reproducción de su contenido, una medida que el gigante tecnológico considera "insostenible" al aducir que Google News es un servicio que no genera ingresos.
Los expertos discrepan sobre la trascendencia de lo ocurrido y oscilan entre los que lo consideran como "muy negativo y peligroso" para España y los que lo ven como una "posible oportunidad" para los medios del país.
"España está tratando de matar la web, cuya esencia radica en la habilidad de vincular contenido. Es un momento muy peligroso", ha explicado a EFE Jeff Jarvis, director del Centro Tow-Knight para el Periodismo Emprendedor en la Universidad CUNY de Nueva York.
Distinta percepción tiene Tom Rosenstiel, director ejecutivo del American Press Institute, un centro de investigación sobre el futuro del periodismo, quien cree que esto es una oportunidad para que los medios españoles se agrupen y creen su propio algoritmo de búsqueda.
Ciertamente, Google Noticias no se ha convertido en la plataforma dominante que se esperaba en un principio, al menos en España, y redes sociales como Facebook son ahora más importantes a la hora de distribuir noticias.
Google ha librado ya batallas similares, pero la diferencia con España radica en la obligación de que los medios perciban compensación si se reproduce su contenido.
Eso diferencia al caso español de lo ocurrido, por ejemplo, en Alemania, donde, tras el cambio de las leyes de propiedad intelectual Google pidió a los medios consentimiento para reproducir su contenido, una vía por la que optó la mayoría.
En Francia, mientras tanto, la firma tecnológica acordó ayudar a las organizaciones mediáticas a aumentar sus ingresos publicitarios en la web y financiar proyectos innovadores para saldar una disputa sobre si debería de pagar por el contenido informativo que aparecía en las búsquedas en el navegador de Google.