Elecciones EE.UU. -
Retos del nuevo mandato
Los desafíos del presidente Obama
El mandatario deberá afrontar amenazas a corto plazo como el "precipio fiscal" con una Cámara de Representantes hostil.
Redacción
El presidente de EE. UU., Barack Obama, reelegido en las elecciones presidenciales de este martes, afronta su segundo mandato con una elevada tasa de paro (7,9%) y con una amenaza que conjurar a corto plazo, el llamado "precipicio fiscal".
Y todo ello con una Cámara de Representantes hostil, en manos de nuevo del Partido Republicano tras revalidar ayer su mayoría. Como ya ocurriera durante el primer mandato de Obama, la mayoría de expertos vaticina que esta división suponga una continuación de los enfrentamientos y la parálisis política en Washington.
En el horizonte cercano aparece el citado "precipicio fiscal", que consiste, por un lado, en el vencimiento a finales de año de ciertos beneficios de desempleo y de los recortes tributarios de la era de George W. Bush y de los impuestos a la nómina.
Por otro, también supone recortes automáticos de hasta 800.000 millones de dólares a partir de enero próximo en el gasto público, incluyendo el Pentágono, y la posibilidad de un impuesto alternativo, y más alto, para unos 26 millones de hogares de clase media.
En la lista de tareas pendientes, también destacan la reducción del desorbitado déficit del país, la reforma del sistema tributario, la aprobación de una reforma migratoria y el final de la dependencia del petróleo extranjero.
Y todo esto, por su puesto, sin olvidar la faraónica necesidad de crear empleo en una economía renqueante y de poner en marcha medidas que ofrezcan oportunidades a la clase media, de la que se alzó en paladín durante su reñida pugna por la presidencia con el republicano Mitt Romney.
En otro plano, Obama deberá buscar una mayor unidad en un país dividido y fragmentado.
Obama busca soluciones compartidas
En este contexto, el presidente Obama ha telefoneado a los líderes demócratas y republicanos del Congreso para instarles a buscar "soluciones bipartidistas" a los temas económicos más apremiantes, según ha informado la Casa Blanca.
Desde su ciudad adoptiva de Chicago (Illinois), donde siguió los resultados electorales y dio su discurso triunfal, Obama ha llamado a los republicanos John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, y Mitch McConnell, líder de la minoría en el Senado.
También ha hablado con los líderes de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi.
En sus llamadas, Obama ha discutido la agenda legislativa para el resto de 2012 y "reiteró su compromiso para encontrar soluciones bipartidistas a la reducción del déficit de forma equilibrada, recortes de impuestos para las familias de clase media y pequeños negocios, y para crear empleos".
Los desafíos del Partido Republicano
Por su parte, la derrota del binomio Romney-Ryan en las urnas obligará al Partido Republicano a ajustar sus estrategias electorales, en un país con una creciente diversidad étnica y cultural, pero también cada vez más dividido sobre líneas ideológicas, según estrategas como el republicano Ed Rogers.
El Partido Republicano, aún dominado por hombres blancos y mayores, tendrá que analizar cómo responder a la nueva realidad política de un país en el que su principal votante, el hombre blanco adulto, forma un sector de la población en descenso ante minorías como la hispana, que ya supone el 10% de la populación, y cuyo apoyo ha resultado crucial para la reelección de Obama.