Elecciones EE.UU. -

Obama, reelegido

Unos EE. UU. desconocidos para el Partido Republicano

El cambio demográfico y sociológico del país parece haber sorprendido con el pie cambiado a los republicanos.

Momento en el que Mitt Romney acepta su derrota ante Barack Obama. EFE
Momento en el que Mitt Romney acepta su derrota ante Barack Obama. EFE
Romney acepta la victoria de Obama

01:25

Redacción

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El Partido Republicano del derrotado Mitt Romney se enfrenta a una aguda crisis de identidad tras las elecciones presidenciales del martes, en las que el presidente Barack Obama ha resultado reelegido con un margen mayor del inicialmente esperado.

Si en la víspera de las elecciones la formación conservadora partía con opciones reales de victoria e intentaba sacar petróleo de la imagen de gestor triunfador de Romney, las urnas han dibujado un partido envejecido, alejado de la ciudadanía y superado por los cambios sociológicos del país.

El presidente Obama ha sido el principal receptor del voto hispano y afroamericano, pero también ha obtenido un amplio respaldo de las mujeres, los jóvenes y la población urbana.

Así, el Partido Republicano, al que el cambio demográfico parece haber sorprendido con el pie cambiado, queda como el partido de referencia del hombre blanco adulto, un sector de la población en descenso.

Los latinos, el grupo en mayor crecimiento, representan ya el 10% de la población total de EE. UU., y cada vez suena más indispensable granjearse su apoyo para alcanzar la Casa Blanca. En estas elecciones, el 75% de los hispanos han votado por Obama.

Pero no queda ahí la cosa: los republicanos sufren también un problema de empatía con la clase media. Como ejemplo el famoso "discurso del 47%" de Mitt Romney, uno de esos deslices que cuestan campañas. En ese discurso, pronunciado en mayo, pero que ha trascendido en septiembre, el candidato republicano afirmó que el 47% de los estadounidenses viven del Estado porque no sirven para otra cosa, y añadió que no va a prestar atención a ese sector de la población "porque siempre votarán por Obama".

Los republicanos también se han mostrado como un partido desconectado de las mujeres, con posturas maximalistas sobre el aborto o afirmaciones desafortunadas como la de Todd Akin sobre que las "violaciones legítimas" no suelen acabar en embarazo.

A todo esto hay que unir la abultada derrota este martes de la mayoría de candidatos del Tea Party, un extremista pero carismático movimiento del Partido Republicano.

La formación conservadora, pues, está obligada a buscar nuevos liderazgos y redefinir su línea ideológica para sobrevivir en unos EE. UU. a los que mira pero no reconoce.

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