Economía -
Compra de deuda
Confebask cree que el BCE 'no ha defraudado'
Miguel Ángel Lujua dice, no obstante, que "está por ver qué efecto real" tendrá la compra de deuda sobre la concesión de crédito y el empleo.
Redacción
El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, considera que el Banco Central Europeo (BCE) "no tenía más alternativa que cumplir con las expectativas generadas, incluso en contra de Alemania", aunque advierte de que "está por ver qué efecto real van a tener sobre la concesión de crédito, la reactivación económica y del empleo" el programa de compra de deuda pública y privada.
En un artículo en su blog personal, Lujua se refiere, de esta forma, a la aprobación del "ansiado" Quantitative Easing (QE), un programa de compra de deuda de 60.000 millones al mes hasta al menos septiembre de 2016.
"Después de diferentes ensayos, con una economía que no termina de remontar, altos niveles de desempleo, el fantasma de la deflación asomando, tensiones geopolíticas diversas y las elecciones griegas como telón de fondo, el BCE no tenía más alternativa que utilizar este último cartucho y cumplir con las expectativas generadas, incluso en contra de Alemania", considera.
El presidente de Confebask afirma que "la fórmula clásica de abaratar el precio del dinero no dejaba ya margen, con los tipos en el 0,05%, y se requerían instrumentos nunca antes utilizados para forzar la máquina de la recuperación". No obstante, ha advertido, "está por ver qué efecto real van a tener sobre la concesión de crédito, la reactivación económica y del empleo".
Lujua explica que el principal objetivo del QE es, sobre todo, "frenar la deflación y apuntalar las expectativas, inyectando al sistema la suficiente liquidez como para generar confianza, siendo la primera medida para ello la compra de deuda soberana, pero a nadie se oculta que también allana el camino para otras cosas".
El presidente de la patronal vasca afirma que, "por encima del papel que le corresponde como garante de una inflación controlada", el BCE "se jugaba en este envite su credibilidad y no hacer nada era una opción inasumible que solo podría agravar la situación". "No ha defraudado", concluye.