El Gobierno de Francia aprecia una inflexión de la curva por el confinamiento

El ministro de Sanidad de Francia, Olivier Véran, aprecia signos de una inflexión en la curva de contagios del coronavirus gracias al confinamiento en vigor desde el 30 de octubre, pero en cualquier caso no considera que sea el momento de bajar la presión.

En una entrevista publicada este lunes en varios diarios regionales del grupo Ebra, Véran explica que "gracias al confinamiento, como en marzo el virus comienza a circular menos" y "todo induce a pensar que hemos pasado un pico epidémico".

Aunque el ministro considera que se está tomando "el control sobre la epidemia" y eso "es una buena noticia", "es demasiado pronto para cantar victoria y relajar nuestros esfuerzos".

El ritmo de contagios diarios de la COVID-19 en Francia, que había llegado a un récord de más de 60 000 hace apenas una semana, ha descendido de forma significativa y este domingo se notificaron 27 228 casos.

Otro indicador que va en la misma línea es el del porcentaje de positivos, lejos ya de las tasas superiores al 20 % de comienzos de noviembre.

En cuanto al número de muertes por coronavirus, se comunicaron 302 este domingo (359 el sábado), con lo que la suma total desde que empezaron los registros a comienzos de marzo es de 44 548 fallecidos.

En Francia hay actualmente 33 081 personas hospitalizadas por la COVID-19, con un aumento de 582 en las últimas 24 horas. Es, además, una cifra superior a los 32 291 del pico de la primera ola en abril. En cuanto a los que están en las UCIs, su número ha aumentado hasta 4896.

El confinamiento domiciliario debe durar por lo menos hasta el 1 de diciembre y el Gobierno ya ha advertido de que la posible relajación de las medidas será muy gradual. Los bares y restaurantes, por ejemplo, no podrán reabrir entonces.