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Brasil
Al menos 1200 detenidos en el desmantelamiento del campamento bolsonarista que pedía un golpe del Ejército
Estos asentamientos fueron levantados frente a cuarteles militares por seguidores de Bolsonaro descontentos por su derrota ante Lula. El presidente brasileño y los jefes de los poderes Legislativo y Judicial han llamado a mantener la "serenidad" y "defender la democracia" en paz.
EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: 1.200 pertsona atxilotu dituzte gutxienez, Bolsonaroren aldeko oldarraldian parte hartu zutenen kanpalekuetan
La autoridades policiales de Brasil han terminado este lunes de levantar definitivamente el último reducto del campamento levantado hace poco más de dos meses por los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro a la puertas del cuartel general del Ejército en Brasilia, un día después del asalto de las sedes del Congreso y el Supremo, y del palacio presidencial. Se trata de asentamientos que fueron levantados frente a cuarteles militares por seguidores de Bolsonaro descontentos por su derrota ante Lula. La intervención se ha saldado con la última detención de 1200 personas.
Tras la invasión de los principales edificios del Estado Brasileño, muchos de los fieles de Bolsonaro partieron ayer a pie al campamento que mantienen frente al cuartel general del Ejército. No obstante, esta mañana la policía del Distrito Federal de Brasilia ha desmonado dicho campamento que militantes bolsonaristas habían instalado tras las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes.
Agentes de la Policía Militarizada de Brasilia, reforzados por tropas del Ejército, han bloqueado los accesos al campamento a primera hora de hoy para impedir la llegada de más manifestantes y han ordenado el desalojo pacífico de los que permanecían en el lugar.
El Gobierno de Brasilia ha fletado cerca de cuarenta autobuses para sacar a unos 1200 rezagados que permanecían todavía en el campamento y ser trasladados a dependencias de la Policía Federal, donde serán interrogados.
Además, el juez del Supremo Alexandre de Moraes, uno de los objetivos de los radicales, ha ordenado el cese temporal del gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, después de los actos antidemocráticos que se produjeron el domingo, con el asalto de las sedes de los tres poderes. En sustitución de Rocha, será la vicegobernadora Celina Leão quien asumirá el liderazgo de la capital.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado que los "vándalos fascistas" serán "encontrados" y "castigados", así como sus financiadores. El mandatario progresista ha calificado de "barbarie" los graves altercados registrados en la capital brasileña por parte de radicales de la extrema derecha, quienes han sido "estimulados" por el exgobernante, según Lula.
Llaman a "defender la democracia" en paz
Además, en una nota, el presidente brasileño y los jefes de los poderes Legislativo y Judicial, han llamado a mantener la "serenidad" y "defender la democracia" en paz.
"El país necesita normalidad, respeto y trabajo" para alcanzar "el progreso y la justicia social", señala una nota conjunta firmada por Lula, los jefes del Congreso y la presidenta de la Corte Suprema, Rosa Weber.
Los máximos representantes de los tres poderes se han reunido este lunes para analizar la grave crisis vivida en la capital brasileña el domingo. En la nota, han rechazado los "actos terroristas, de vandalismo, criminales y golpistas" ocurridos en Brasilia y han subrayado que están "unidos para que sean tomadas todas las providencias institucionales, en los términos" que marcan "las leyes brasileñas".
"Llamamos a la sociedad a mantener la serenidad, en defensa de la paz y de la democracia de nuestra patria", dice la nota, en la que además de Lula y Weber también han estampado su firma el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y el jefe del Senado en ejercicio, Veneziano Vital do Rêgo.
Bolsonaro, hospitalizado en Orlando
Por su parte, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro se encuentra ingresado en un hospital de Orlando, en Estados Unidos, adonde viajó el pasado 30 de diciembre, por unos dolores abdominales, ha informado una fuente próxima del exmandatario.
Según la prensa brasileña, el exjefe de Estado está en el AdventHealth Celebration de Orlando, en el estado de Florida.
La esposa del exgobernante, Michelle Bolsonaro, ha señalado en redes sociales que su marido está "en observación" en el hospital por una "incomodidad abdominal".
Esos problemas gástricos, según Michelle, son consecuencia de la "puñalada que Bolsonaro recibió" el 6 de septiembre de 2018 durante un acto electoral en la ciudad de Juiz de Fora, y por la que tuvo que pasar varias veces por el quirófano.