Política -
Memoria histórica
80 años del comienzo de la vergüenza: la Guerra Civil
El 18 de julio de 1936 el fascismo español se sublevó contra el legítimo Gobierno de la República. El golpe de Estado se había estado preparando durante meses por altos mandos del Ejército.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Gerra Zibila: lotsaren hasierak 80 urte bete ditu
El 17 y 18 de julio de 1936 una parte del Ejército español apoyado por diversas fuerzas políticas se sublevó contra el legítimo Gobierno de la República y, al triunfar sólo en una parte de España, dio comienzo a una Guerra Civil que terminó el 1 de abril de 1939, con la derrota de los republicanos.
La acción que dio comienzo a la sublevación sucedió hace 80 años, el 17 de julio de 1936, cuando los oficiales de la guarnición de Melilla comunicaron el momento de la sublevación.
El golpe de Estado se había estado preparando durante meses por altos mandos del Ejército, como los generales Gonzalo Queipo de Llano, Emilio Mola, José Sanjurjo, y elementos civiles, que la aceleraron tras el triunfo electoral de la coalición de izquierdas del Frente Popular el 16 de febrero de 1936.
Con el alzamiento militar en Melilla (ciudad española al norte de África) el 17 de julio, una parte del Ejército, a cuyo frente se situó el general Francisco Franco desde África y contando con el apoyo de varias plazas militares, se sublevó contra el Gobierno democrático de la República.
Las fuerzas fascistas comenzaron su campaña con el transporte de las tropas acantonadas en el norte de Marruecos (entonces colonia española) e islas Canarias hacia el sur de la península, al mismo tiempo que los militares insurrectos declaraban el estado de guerra en las diversas zonas y localidades con guarniciones controladas.
Triunfo parcial
El golpe triunfó en Galicia, Navarra y Castilla y León y ciudades como Oviedo, Granada o Zaragoza, apoyada por los monárquicos tradicionalistas, la Falange, y amplios sectores de las derechas.
La rebelión fascista fracasó, en cambio, en Madrid, Cataluña, Levante, Castilla-La Mancha, Murcia, y en la zona oriental de Andalucía. Tampoco triunfó en el resto de Asturias, Cantabria y Euskadi, donde el nacionalismo vasco acabó apoyando a la República.
En las grandes ciudades, los franquistas fueron derrotados por las fuerzas militares leales al Gobierno constitucional y las milicias de los partidos de izquierda y anarquistas.
El triunfo parcial de los fascistas en el país condujo entonces a la división de España en dos zonas y consecuentemente, al comienzo de la Guerra Civil.
La contienda acabó en 1939 con la victoria de los franquistas que dio paso a la dictadura del general Francisco Franco que se prolongó hasta su muerte, en noviembre de 1975.