Política -

Juicio del 'procés'

Boya exculpa a Sànchez y dice que él quería desconvocar las protestas del 20S

La exdiputada de la CUP asegura en el juicio que discutió con el entonces presidente de la ANC porque no estaba de acuerdo con suspender las manifestaciones.

Boya, durante su declaración hoy en el Supremo. Foto: EFE
Mireia Boya declara en el juicio del 'procés'
Boya dice que discutió con Sáchez por querer desconvocar la protesta del 20-S

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Agencias | redacción

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Euskaraz irakurri: Boyak Sanchez errugabetu du: 'I20ko protestak bertan behera utzi nahi zituen'

La exdiputada de la CUP Mireia Boya ha explicado este lunes al tribunal que juzga el 'procés' que durante la concentración del 20 de septiembre de 2017 frente a la Consejería de Economía de la Generalitat se enfrentó al entonces presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, cuando éste y el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, sugirieron desconvocar la protesta. Según Boya, eran su compañera Eulalia Reguán y ella las que trataron de que no se suspendiera.

"Jordi Sànchez y Jordi Cuixart estaban convencidos de que había que desconvocar la manifestación. Nosotras dijimos que no éramos nadie para desconvocar, que no teníamos esa potestad. Recuerdo que discutí con Jordi Sànchez sobre esto porque yo no estaba de acuerdo en desconvocar", ha indicado.

Finalmente, ha explicado la exdiputada de la CUP, Reguán y ella cedieron con la condición de que, a cambio de desconvocar se citara de nuevo a la gente al día siguiente ante el TSJC para seguir protestando por las detenciones y registros de sedes de la Generalitat.

Boya ha comparecido en calidad de testigo a petición de las defensas de Sànchez y Cuixart. Boya fue procesada por un delito de desobediencia en el este mismo procedimiento, pero el tribunal que preside Manuel Marchena decidió finalmente trasladar su causa al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde está pendiente de juicio junto con cinco exmiembros de la Mesa del Parlament.

Eulalia Reguant ya compareció en el juicio el pasado 28 de febrero, pero se negó a contestar a la acusación popular de Vox, por lo que el tribunal le sancionó. Los hechos están siendo investigados por un posible delito de desobediencia. Esta vez, ninguna acusación —ni Fiscalía, ni Abogacía del Estado ni Vox— ha formulado preguntas a Boya.

La exdiputada ha relatado que el 20-S primero acudió a la Consejería de Exteriores, pero que sobre las 10:30 horas recibió un mensaje en el grupo de coordinación de su partido instándole a ir a la protesta de la Consejería de Economía, donde vio a más diputados del Parlament, del Congreso y senadores. Allí permaneció hasta mediodía, cuando se marchó a la sede de la CUP después de que le avisaran de que la Policía Nacional había intentado efectuar un registro sin orden judicial.

"Desobediencia civil no violenta"

Se quedó junto a la entrada de la CUP unas ocho horas. Eulalia Reguán y ella se sentaron en la puerta de entrada, "ejerciendo los métodos, las tácticas propios de la desobediencia civil", y desde allí hicieron "llamamientos a la militancia" y al resto de la ciudadanía para que les ayudara a "defender la sede" ya que entendían que "se estaba produciendo un atentado contra los derechos de la CUP como partido".

Boya y Reguán, según el relato de la primera, volvieron a la Consejería de Economía para continuar con la protesta, que ha calificado de "festiva" la mayor parte del tiempo. Sí ha reconocido que en un momento dado se percataron de un grupo de jóvenes que estaba "protestando más animadamente".

Según la exdiputada, Sànchez y Cuixart se acercaron a ellas para pedirles que trataran de calmarles e instarles a manifestarse siempre "de forma no violenta", dado que al ser jóvenes cabía la posibilidad de que fueran votantes de la CUP. "Querían que les recordásemos cuáles son las bases de la desobediencia civil no violenta", ha apuntado.

Ha sido así cómo Boya ha justificado que Reguán y ella se subieran al techo de un vehículo de la Guardia Civil, al igual que hicieron después Sànchez y Cuixart, pero también lo ha argumentado apelando a su baja estatura. "Los voluntarios de la ANC nos consiguieron un megáfono y consideramos que subir al techo de uno de los dos vehículos era un buen atril para dirigirnos a ellos y recordarles la actitud pacífica", ha indicado.

Boya ha querido dejar claro que en ese momento el coche "ya tenia daños materiales" y que se subió a él "no para provocar esos daños, sino para que no hubiera ningún tipo de altercado o problema".

Votantes del 1-O relatan la violencia policial

Por otro lado, el tribunal del 'procés' ha escuchado también a tres votantes en el referéndum del 1 de octubre. Al igual que los que han pasado ya por el Tribunal Supremo, han subrayado que la Guardia Civil actuó en sus respectivos colegios electorales "a golpes con las porras", tal y como ha dicho el primer testigo, Albert Nogueras, funcionario interino de la Generalitat, que votó en un colegio de Villalba Saserra (Barcelona).

Según ha dicho este testigo, los agentes del Instituto Armado intentaron llegar al colegio electoral sin explicar a ningún concentrado que tenían una orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de incautar el material electoral e impedir el referéndum. En este sentido, Nogueras ha explicado que los propios votantes, tras ver las intervenciones con incidentes en otros centros de votación, acordaron que "abrirían el paso" si así lo pedían los guardias civiles, pero que eso no ocurrió.

"Nos quedamos allí, entrelazados. Nos arrancaron y nos lanzaban a la mitad de la calle", ha recordado Pilar Rodríguez para explicar que una situación similar se vivió en un colegio de Fedac Horta. "No explicaron nada a nadie, directamente fueron a sacar a las personas", ha lamentado.

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