Sociedad -
Amnistía Internacional
Casi la mitad de los ciudadanos teme sufrir torturas si es detenido
El informe de Amnistía Internacional denuncia además la impunidad y la falta de compromiso de muchos países, entre ellos España, a la hora de investigar las torturas.
Redacción
El 45 % de los españoles consultados por Amnistía Internacional (AI) teme sufrir torturas o malos tratos si es detenido, mientras que casi el 20 % justifica este tipo de prácticas en algunos casos, un porcentaje inferior a la media (36 %) en el resto del mundo.
Son datos del informe "La tortura en 2014: 30 años de promesas incumplidas", presentado por Amnistía Internacional en España para lanzar una campaña contra unas prácticas que muchas veces se producen "en la sombra" por ser una "vergüenza política", según ha subrayado Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de la ong.
Suárez-Llanos ha dicho no estar sorprendida por el alto porcentaje de españoles que temen ser torturados, tal y como señala la encuesta de AI, basada en más de 21.000 testimonios de 21 países: "¿Quién no piensa que podría sufrir malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad en una manifestación?", ha planteado.
Según la portavoz, el "uso excesivo de la fuerza" a la hora de reprimir las protestas coincide con un momento en el que el Gobierno pretende "cambiar las reglas del juego para hacer más difícil el derecho de manifestación en España", ha dicho en referencia a la reforma de la ley de seguridad ciudadana.
Este dato se debe a los abusos policiales "que todo el mundo puede ver en televisión", según Suárez-Llanos, quien también ha criticado la "falta de compromiso y voluntad política" contra la tortura en este país.
Los gobiernos no se toman en serio la tortura
"Los gobiernos no se toman en serio que la tortura sea un crimen de derecho internacional", pues no está definida de forma acorde a la Convención de la ONU, ratificada por 155 Estados desde 1884, pero no respetada por 79 de ellos, ha informado AI.
"Un ejemplo de ello", según la responsable, es el caso de "Billy el Niño", un exinspector acusado de torturas en los años 70 al que las autoridades españolas "niegan" extraditar a Argentina bajo el argumento de que su delito, en caso de haberse producido, ya ha prescrito.
Pero la tortura "es un crimen de derecho internacional que no prescribe", ha aclarado la directora, muy crítica también con el caso de Ali Aarrass, un ciudadano marroquí extraditado desde España a Marruecos y sometido, según su hermana, Farida Aarrass, a todo tipo de torturas inhumanas.