Sociedad -

Hostelería y coronavirus

El origen de unos focos sí, el de otros no

Seguro que te lo has preguntado: ¿Por qué a veces se da el nombre de un establecimiento en el que ha habido contagios y otras veces no? Aquí explicamos los motivos.

La hostelería ha sido uno de los sectores al que más le ha afectado la pandemia. Foto: EFE.
La hostelería ha sido uno de los sectores al que más le ha afectado la pandemia.
La hostelería ha sido uno de los sectores al que más le ha afectado la pandemia. Foto: EFE.

eitb.eus

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Durante las últimas semanas se han detectado rebrotes de coronavirus en diferentes localidades, y muchos de ellos han estado ligados a locales de hostelería, ya sea porque algún trabajador ha dado positivo, o porque ha habido transmisión entre clientes. Sin embargo, unas veces trasciende el nombre del local en el que se han dado los posibles contagios, y otras veces no. ¿Cómo se decide cuándo hacerlo público y cuándo no? Aquí te lo explicamos.

Según han explicado fuentes de Osakidetza a eitb.eus, a la hora de dar el nombre de un bar o de un restaurante, el criterio es claro, depende de la facilidad de contactar con los clientes y los trabajadores: "Dar el nombre del establecimiento es la última opción, antes se intentan explorar otras vías que no perjudiquen tanto al establecimiento, bien porque los contactos han sido reducidos y es más fácil dar con ellos, o bien porque el riesgo de transmisión es menor. Y si se da el nombre, es porque se considera que hay un riesgo de que haya podido darse una transmisión y no hay otra forma de llegar a los clientes del establecimiento". En cualquier caso, la decisión de hacer público o no el nombre de un establecimiento la toma la Unidad de Vigilancia Epidemiológica, "analizando caso a caso y sobre el terreno".

Por poner un ejemplo: si se da un caso positivo en el entorno de un bar de un pueblo pequeño, donde los clientes que lo frecuentan son siempre los mismos, Osakidetza no ve necesario hacer público el nombre del establecimiento. En cambio, si el establecimiento está en una zona muy turística de una ciudad grande por donde a diario pasan muchos clientes de diferentes lugares, el Servicio Público de Salud puede decidir publicar el nombre del establecimiento para localizar a esos clientes. Sobre todo, porque lo más importante no es mantener el buen nombre del local, sino proteger la salud de los ciudadanos.

Hablando con los hosteleros, tienen claro que el miedo de la gente les ha afectado mucho. Los establecimientos que han tenido un positivo en su entorno han visto cómo el lento progreso de recuperación que estaban teniendo después del confinamiento se paraba en seco. El jefe de un restaurante en el que un camarero dio positivo ha admitido a eitb.eus que, tras tener el local cerrado cuatro días, y después de abrir cumpliendo con todos los protocolos, el bajón ha sido latente: "desde que hemos abierto hemos notado el bajón. Además, hemos preguntado a los clientes si sabían que el restaurante ha estado cerrado, y muchos nos han dicho que no, si lo hubieran sabido probablemente tampoco habrían venido".

En el caso de Getaria, por ejemplo, aunque sea un pueblo pequeño, durante todo el año recibe mucho turismo tanto local como internacional. Por eso es muy difícil dar con todas las personas que estuvieron en un bar y una heladería en una de las calles más turísticas del pueblo costero sin dar el nombre de los establecimientos.

Pasó lo mismo en Ordizia. Donde hubo varios positivos en una calle con varios bares nocturnos. Localizar a todas las personas que transitaron la zona durante todo un día habría sido muy complicado sin dar el nombre del bar, por lo que en este caso también, la Consejería de Salud optó por dar el nombre del bar y la calle en la que se encuentra.

Aun así,  también hay otros casos como por ejemplo en Andoain. El dueño de un bar decidió cerrar el establecimiento al recibir la noticia de que un cliente había dado positivo y avisó al resto de la clientela de lo ocurrido. Vista la capacidad del tabernero para dar con todos sus parroquianos e identificarlos (debido a que eran los clientes de siempre), no hubo que publicar el nombre del bar.

Víctimas de la mentira

La preocupación que se ha extendido en la sociedad ha dado pie a mentiras e hipérboles. Es por eso que las fake news que tan de moda están en la red han puesto la diana en los establecimientos de hostelería. No han sido pocos los establecimientos que han visto cómo su caso se sacaba de contexto y han tenido que sufrir las consecuencias.

Según el encargado de un establecimiento de Barakaldo que fue víctima de la mentira, el miedo que hay en la sociedad les ha condicionado directamente. En el caso concreto de su establecimiento, una camarera estuvo en una discoteca de Bilbao donde apareció un foco. En cuanto la trabajadora tuvo noticias de lo ocurrido, decidió quedarse en casa (no pasó por el trabajo en ese tiempo) y avisó al dueño del bar. Entonces, aunque la empleada no fue al bar en ningún momento, por precaución, el jefe decidió cerrar el bar. Al hacerse la PCR la camarera dio positivo.

Ante esta situación, en el pueblo corrió el rumor de que se había generado un foco en el establecimiento. Según nos ha explicado el encargado del local, cuando les preguntaban por la razón del cierre, su respuesta era siempre la misma: "una compañera ha dado positivo, y hemos decidido cerrar por si acaso". Pero la gente, distorsionó la realidad y se extendió el rumor de que había un foco.

Volvieron a abrir el bar el miércoles de la semana pasada y el número de clientes bajó considerablemente. También hubo cancelaciones de mesas. Todavía sin poder creérselo, el encargado del bar nos ha admitido que un cliente le ha llegado a preguntar si es verdad que "ha muerto un camarero de 24 años". La dimensión que ha tomado la mentira les parece surrealista a los encargados y trabajadores del bar.

En este contexto, el Ayuntamiento de Barakaldo desmintió inmediatamente el rumor de que existiera un foco en dicho lugar. Pero el encargado del bar tiene claro quiénes son los que más les han ayudado a frenar el bulo: "los del barrio son los que más nos están ayudando, los de aquí, son ellos los que paran toda la información que les llega, cortando las cadenas de mensajes".

Esa es la conclusión más clara, que la gente del barrio es la pieza fundamental. Al igual que ha pasado en Mendillorri, quienes se han quedado en casa para frenar el virus por el compromiso con la comunidad son la clave. Cortando las informaciones falsas de raíz, al igual que la expansión de la pandemia.

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