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GIPUZKOA
Cierra la huevería de San Blas de Idiazabal, tras una trayectoria de 40 años
Echan el cierre empujados por el encarecimiento de la energía y los cereales, y por imposibilidad de encontrar quien tome el testigo, tal y como han relatado en Euskadi Irratia sus dueños, Julia Aramendi y Joxe Mari Munarriz.
A. O. | T.S.J. | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Idiazabalgo San Blas arrautzategiak ateak itxi ditu, 40 urteko ibilbidearen buruan
La incierta situación económica actual se ha cobrado una nueva víctima dentro de la economía vasca: la conocida huevería de San Blas de Idiazabal (Gipuzkoa), que cierra sus puertas tras casi 40 años de trayectoria.
Echan el cierre empujados por el encarecimiento de la energía y los cereales, y por imposibilidad de encontrar quien tome el testigo, tal y como han relatado en Euskadi Irratia sus dueños, Julia Aramendi y Joxe Mari Munarriz.
Atrás quedan la satisfacción del trabajo realizado, la pena por el cierre y una producción de millones de huevos gracias a "más de 400.000 gallinas", concreta Aramendi. El matrimonio formado por Aramendi y Munarriz emprendió el negocio hace 38 años, primero de alquiler y luego ya como dueños.
En sus inicios, el proceso se hacía de manera totalmente manual. Con el tiempo, introdujeron la maquinaria moderna. Con la nueva normativa que obligará próximamente a tener a los ejemplares en el pasto, requieren hacer una inversión para la que no se sienten preparados.
"No tenemos sucesores", explica Aramendi, "nuestras hijas e hijos han realizado sus estudios, y su camino va por otro lado. Por nuestra edad y la falta de quien tome el testigo, no nos vemos capaces de realizar esa inversión para continuar con el negocio".
El continuo encarecimiento de la energía y los cereales ha venido a poner la puntilla a su precaria situación. "Ha tenido un gran peso en nuestra decisión", asegura Aramendi, "porque los huevos están más caros en el supermercado, pero para los productores el margen ha sido pequeño".
No obstante, han conseguido mitigar el sabor agridulce del cierre ya que una persona del parque industrial cercano a la huevería se ha mostrado interesado en comprar. Un cierre digno y la tranquilidad de haber puesto en el mercado durante muchos años un producto de calidad y de cercanía.