La salud del hogar, tan importante como la nuestra

Ante la exposición a campos electromagnéticos muchos hablan de la contaminación electromagnética. La OMS ha indicado que no existen evidencias científicas acerca del mismo, si bien, se está investigando. Gebiotek, empresa que realiza mediciones electromagnéticas, recoge las recomendaciones que se pueden llevar a la práctica. Opinan que lo primordial sería prestar atención a las zonas en las que pasas más tiempo: el dormitorio, la cocina o el sofá.

Teniendo en cuenta que las estancias nocturnas son más largas, los niveles de contaminación electromagnética deberían ser mínimos en el dormitorio; apagar el Wifi, no tener el teléfono móvil en la mesilla (y si lo haces, tenerlo como avión), desconectar todos los aparatos y utilizar despertador a pilas pueden ayudar a reducir esas emisiones.

Por otro lado, las tecnologías de la comunicación inalámbrica dependen en gran medida de los campos electromagnéticos para poder transmitir información de forma inalámbrica. A ser posible, se recomienda reducir su uso, ya que la proximidad de tabletas y portátiles al cuerpo no es saludable. También se puede restringir el uso abusivo de auriculares inalámbricos o de cualquier dispositivo con bluetooth y sustituirlos por cableados.

Los electrodomésticos son los focos de mayor radiación electromagnética de baja frecuencia dentro de la vivienda. Se debe tener mucha precaución con la vitrocerámica y, sobre todo con las placas de inducción, y minimizar el uso del horno microondas.

Son gestos que no suponen un esfuerzo excesivo en nuestro día a día, pero que pueden beneficiar a diversos factores ambientales y, sobre todo, a nuestra salud.

Si crees que tu casa está muy contaminada, puedes contratar a un técnico para que haga un estudio y, en caso necesario, poner medidas de apantallamiento.