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Sanfermines

Quinto encierro

Encierro de guante blanco de los Jandilla

eitb.com

Los astados más temidos de los sanfermines han corrido con nobleza y no han intentado cornear pese a las graves imprudencias de algunos corredores.

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Los toros de la ganadería extremeña de Jandilla, los más temidos de los sanfermines 2014, han protagonizado un quinto encierro lleno de tensión, pero muy rápido y limpio, pese a la leyenda negra que siempre les acompaña en las calles de Pamplona/Iruña. Siete corredores han sido trasladados al hospital, pero ninguno por heridas de asta.

Los morlacos han corrido con mucha nobleza y no han intentado cornear ni arremeter contra los corredores, pese a que oportunidades no les han faltado: en los tramos de Telefónica y el callejón muchos mozos se han caído ante sus astas, otros han intentado agarrar a los animales, e incluso se ha visto a un imprudente e inconsciente corredor haciéndose un selfie ante los toros, móvil en mano. Imprudencia que le podría haber costado un disgusto, y que además es sancionable con la nueva normativa del encierro.

Finalmente, la manada ha entrado en los chiqueros en 02:27 minutos, aunque un toro rezagado lo ha hecho unos 10 segundos después a punta de capote de los dobladores.

Los Jandilla, que han regresado a los sanfermines cuatro años después, han salido de los corrales de Santo Domingo agrupados y encabezados por los cabestros.

Una vez superada la cuesta, un astado ha tomado la delantera y ha amagado con derrotar a su derecha, aunque afortunadamente su gesto se ha quedado en eso, en un amago. No ha llegado a contactar con ningún corredor, ni lo ha intentado.

Pasado el susto, tres de los toros se han adelantado ligeramente de la manada en este tramo y han ido abriendo paso hacia la plaza Consistorial, donde de nuevo se han unido todos los astados.

En la curva Estafeta los toros han chocado ligeramente contra la barrera izquierda y uno de ellos ha sufrido una pequeña caída y se ha quedado retrasado respecto a sus hermanos.

Este morlaco ha completado la carrera solo, mientras que los otros cinco 'jandilla' han seguido corriendo a gran velocidad. A lo largo de la calle Estafeta se han podido ver bonitas carreras de los mozos ante las astas y se han vivido situaciones de riesgo y de mucha emoción.

Vídeo: Parte de heridos del quinto encierro

El peligro también se ha podido sentir en el tramo de Telefónica, donde los cinco toros adelantados se han escorado hacia los maderos de la izquierda y han arrollado a varios corredores, que han caído ante la gran velocidad de los morlacos.

En este tramo se ha visto también la imprudencia del año: un corredor que, teléfono móvil en mano, se ha sacado una foto justo delante de la manada. No ha pasado nada, pero podría haberle costado un disgusto a él o a otros corredores.

Los cinco morlacos han completado el encierro en 2,27 segundos y han entrado a chiqueros sin dificultad. Unos diez segundos más tarde ha entrado a la plaza el último toro, que se ha vuelto hacia los mozos en la mitad del ruedo. Sin embargo, instantes después ha entrado junto a sus hermanos con la ayuda de los pastores.

La leyenda negra de los Jandilla

Los astados de la ganadería extremeña llegaban hoy a la capital navarra cuatro años después de su última aparición y con una media de corneados que asusta: casi dos por carrera.

No en vano, es la ganadería más peligrosa de cuantas participan en la edición de este año, y la tercera con más cornadas en la historia de los encierros (27).

En su última carrera, el 14 de julio de 2010, los Jandilla cornearon a cuatro corredores, y un año antes, en 2009, uno de estos astados acabó con la vida del joven madrileño Daniel Jimeno, de cuya muerte se cumplieron ayer cinco años.

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