Política -
Memoria histórica
Víctimas de ETA y del Estado defienden el derecho universal a la reparación
Robert Manrique e Idoia Zabalza han mostrado su punto de vista durante una mesa redonda realizada en el Parlamento de Navarra, en la jornada ‘Escuchar para construir la convivencia’.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: ETAren eta Estatuaren biktimek erreparaziorako eskubide unibertsala eskatu dute
Robert Manrique, víctima de ETA, e Idoia Zabalza, cuyo hermano apareció muerto tras ser detenido, han coincidido en la necesidad de que se repare el dolor de todas las víctimas, para lo cual entienden que lo primero es que se esclarezca la verdad de todos los casos y se depuren responsabilidades.
Este es uno de los puntos en común que han mostrado durante una mesa redonda realizada en el Parlamento de Navarra y enmarcada en la jornada ‘Escuchar para construir la convivencia’, organizada por el Foro Social Permanente en Navarra y moderada por el periodista Fernando Rey.
A los dos les une el dolor, pero han dejado de manifiesto que entre ambos casos hay una diferencia primordial, la falta de reparación, y es que mientras que Manrique sabe qué pasó y quiénes son los culpables, en el caso de Zabalza es todo incertidumbre y sin verdad “no hay justicia, ni reparación ni final del duelo”, ha manifestado ella misma.
“Hace 34 años que sacaron a Mikel de su casa y estamos en el mismo punto”, ha denunciado su hermana tras subrayar que todavía no tienen ninguna explicación, desconocen las circunstancias en las que murió y no han tenido “derecho a la justicia”.
Manrique ha reconocido que esto “tiene que ser muy duro” para Zabalza y su familia, considerando que merecen conocer la verdad sobre cómo murió su hermano y asumiendo que si después de 34 años sigue la incertidumbre es porque “alguien quiere que no se sepa”.
En esto, ha señalado la hermana de Mikel, tiene mucho que ver que "la tortura ha sido una práctica regular en Navarra y el País Vasco”, lo que para ella implica que en ella “han participado, desde arriba, todos los estamentos”.
Manrique ha reflexionado también sobre la ausencia de odio que, ha asegurado, existe entre la gran mayoría de las víctimas, que no se han tomado la violencia por su mano, que en vez de venganza buscºº2an “que nadie pase por lo mismo” y, en caso de que se repita, que “estemos preparados para que ese dolor sea mitigado”.