"Hay que agudizar el rastreo, más aún cuando los datos mejoran"

Tras más de una semana sin estado de alarma, el personal que realiza las labores de rastreo no aprecia a día de hoy un cambio de tendencia. De momento, los casos nuevos de coronavirus siguen descendiendo y eso permite a los profesionales seguir mejor la pista de los casos positivos.

El programa "Faktoria" de Euskadi Irratia ha entrevistado este lunes a la rastreadora navarra, Lucía Etxeberria, a Joserra Bardeci, coordinador de rastreadores de Debagoiena, y a Oier Ateka médico de Medicina Interna del Hospital Donostia y uno de los profesionales que ha participado en el Libro Blanco de la Covid-19.

Según ha explicado la rastreadora navarra Lucía Etxeberria, el descenso de casos les ha permitido "refinar" el rastreo y hacer un seguimiento exhaustivo a las personas enfermas de covid-19. En opinión del coordinador de rastreadores de Debagoiena, Joserra Bardeci, cuando los datos mejoran el trabajo de los rastreadores es más fácil. Sin embargo, ha reconocido que están a la espera de lo que pase los próximos días: "Cuando hay más movilidad la lista de contactos se ve ampliada. Por ahora no ha habido un incremento de positivos, pero estamos esperando cuándo y en qué medida llegará esa subida". Tanto Etxeberria como Bardeci han señalado que, a diferencia de en ocasiones anteriores, hay otros factores: por un lado, cada vez hay más personas vacunadas, y, por otra parte, cada vez es más difícil que la gente cumpla el aislamiento.

Aunque ha reconocido que el esfuerzo realizado por los investigadores ha sido "enorme", el doctor Oier Ateka, médico del Hospital Donostia, ha subrayado la necesidad de extremar el seguimiento de la enfermedad. "Más aún cuando las cosas van a mejor", ha subrayado. Entre otras cosas, dice que hay que ver cuáles son los factores de riesgo y analizar las zonas comunitarias de contagio.

Pese al "tremendo" esfuerzo realizado por el personal de rastreo, Oier Ateka ha subrayado que es imprescindible agudizar esa labor, "más aún cuando los datos mejoran". Ha añadido que hay que analizar los factores de riesgo y los espacios de transmisión comunitaria del virus.

Ese mismo rigor es necesario, según Oier Ateka para avanzar en la campaña de vacunación. Ha señalado que aunque la mayor tasa de mortalidad se da entre las personas mayores de 60 años, todavía hay personas de esa franja que no han recibido ninguna dosis. Asimismo, considera que las personas que viven en situación de pobreza y hacinamiento, así como aquellas que cuidan a las personas mayores en los hogares y con patologías crónicas deben ser vacunadas lo antes posible.