Sociedad -

balance de cáritas Euskadi

Cáritas Euskadi alerta de que la precariedad laboral ha agravado la pobreza en 2020

La organización atendió el pasado año a 27 608 personas, de las cuáles muchas han necesitado ayuda de un día para otro, debido a que perdieron sus trabajos y no disponían de ningún "amortiguador".

En 2020 muchas personas necesitaron ayuda de un día para otro. Imagen extraída de un vídeo de EITB
En 2020 muchas personas necesitaron ayuda de un día para otro.
En 2020 muchas personas necesitaron ayuda de un día para otro. Imagen extraída de un vídeo de EITB

Olatz Prat | Eitb media

Whatsapp Facebook Twitter Telegram Email

Euskaraz irakurri: Caritas Euskadik ohartarazi du 2020an lan-prekarietateak pobrezia handia eragin duela

Cáritas Euskadi ha alertado de que la covid-19 ha aflorado "una gran precariedad" en el empleo y ha mostrado lo extendido que está entre los más vulnerables "el empleo informal", sin contrato, cuya pérdida ha provocado situaciones de pobreza severa. Uno de los primeros impactos ha sido la dificultad de los afectados para mantener la vivienda, una realidad que va en aumento y que evidencia "la debilidad" existente en el derecho social a la vivienda.

En estas circunstancias encaja el perfil de las nuevas personas atendidas en Cáritas en Euskadi en 2020, en un contexto de pandemia que causó el confinamiento de la población y condicionó la actividad de la entidad, volcada en la atención "individualizada, de persona a persona" y difícilmente comparable, ni en cifras ni en el tipo de atención, con la de años anteriores.

Según el balance de intervención realizado este viernes por sus responsables, Cáritas Euskadi atendió el pasado año a 27 608 personas, el 60 % mujeres. De esa cifra, 13 096 personas fueron atendidas en Bizkaia, 9024 en Gipuzkoa y 5488 en Álava.

La entidad realizó una inversión económica en el País Vasco de casi 7 millones de euros y contó con un total de 3666 personas voluntarias, de ellas 330 nuevas incorporaciones.

Su actividad ha estado totalmente condicionada por la pandemia, que ha aflorado problemáticas entre los más vulnerables como las dificultades para mantener una vivienda, la brecha digital y la "mella psicológica" en el colectivo. Cáritas es testigo, además, de que la pobreza es cada vez más joven, 4 de cada 10 personas nuevas atendidas en 2020 tenían menos de 30 años.

Según ha señalado en conferencia de prensa el director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, "en marzo de 2020 nos encontramos con miles de familias desprotegidas, muchas procedentes de la economía informal, que de un día para otro se quedaron sin trabajo". De ese modo, personas que no necesitaban de Cáritas "de la noche a la mañana" han pasado a necesitar su ayuda. Según ha remarcado, muchos de ellos, no disponían de un "amortiguador", en alusión a una ayuda social o un ERTE, o no tenían derecho "a una cuenta bancaria" a la que hacer llegar las ayudas en momentos de confinamiento.

La pandemia ha dejado al descubierto "el factor de expulsión" que ha tenido "el empleo informal", que "protege muy poco" y que "ha arrojado a la pobreza" a personas que ya antes estaban en precariedad, ha explicado Ana Sofi Telletxea, la responsable del departamento de Análisis y Desarrollo de Cáritas Bizkaia.

En este contexto, la entrada en el circuito de Cáritas es rápida, pero la salida y la recuperación son "muy lentas", han advertido.

El director de Cáritas Gipuzkoa José Ramón Aramendi, en la rueda de prensa ofrecida también hoy por Cáritas Gipuzkoa, ha coincidido con su homólogo en Bizkaia en advertir que la covid-19 ha extendido nuevas formas de vulnerabilidad y exclusión social. Una es la brecha digital, que se ha hecho aún más evidente, ya que este año se ha detectado "muchos niños escolarizados sin medios" para seguir las clases online. Como respuesta, se reforzó el acompañamiento educativo telefónico, online o por Whatsapp, así como presencial cuando se pudo. Esa brecha digital dificulta también a los adultos al acceso a prestaciones y servicios online.

Pérdida de redes de relación

Las entidades de Cáritas de los tres territorios han incidido en que, además de la pobreza económica, el debilitamiento de las redes de relación, el aislamiento y las restricciones sociales y "la fatiga" que ha provocado la pandemia ha hecho "mella en la salud física, psicológica y emocional, con personas afectadas psicológica emocionalmente por la incertidumbre y la inseguridad".

Para Cáritas, ello constituye una "dura" herencia dejada por la pandemia, que "está socavando especialmente las vidas y las oportunidades de los colectivos más vulnerables".

El director de Cáritas Bizkaia ha considerado que la pandemia "nos ha sacado los colores como sociedad" y "ha ridiculizado" el modelo de crecimiento económico y de consumo. Según ha dicho, ha puesto en el centro "el cuidado de las personas" y ha visibilizado la necesidad de "construir servicios sociales universales", con organizaciones sociales fuertes, un modelo de atención social y residencial adecuado y un reforzamiento de lo público.

Los responsables de Cáritas Bizkaia han destacado la adaptación de servicios de la entidad para propiciar la prestación de ayuda a los más vulnerables durante el año marcado por la pandemia y han agradecido "el apoyo generoso" recibido de la base social que ha reaccionado "de manera emocionante".

Si te interesó esto, quizá te interesen estos otros temas
Crisis Paro en Euskadi 2024 Noticias País Vasco ERTEs Euskadi Sucesos País Vasco Titulares de noticias hoy Última Hora de Hoy ONG