Vitoria-Gasteiz
Sucedió el martes
La Policía de Vitoria analiza si hubo negligencias en Gamarra
Agencias | Redacción
Un niño de cuatro años estuvo a punto de ahogarse; permanece en estado muy grave en el hospital de Cruces.
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Imagen de archivo de las piscinas de Gamarra. Foto: Luis Ángel Pérez.
Euskaraz irakurri: Gasteizko Polizia Gamarran zabarkeriarik egon ote zen ari da aztertzen
La Policía Local de Vitoria ha abierto diligencias en torno al accidente del martes en las piscinas de Gamarra, donde un niño de 4 años estuvo a punto de ahogarse, y determinar si sus cuidadores pudieron incurrir en una negligencia.
Según han informado a Efe fuentes del Ayuntamiento de la capital alavesa, el menor acudió a las piscinas municipales acompañado por dos adultos que estaban a su cargo, una tía y su pareja.
Sin embargo, a las 14:40 horas, un bañista que estaba dentro de la piscina familiar dio la voz de alarma al verlo flotando boca abajo cerca de una de las escaleras de acceso.
La Policía Local no ha encontrado más testigos que presenciaran el accidente, salvo al bañista que lo encontró ya flotando. Sus cuidadores no estaban con el menor en el momento en el que ocurrió el accidente, por lo que las diligencias también tratarán de determinar si estos incurrieron en una negligencia.
El niño, que fue sacado del agua en parada cardiorrespiratoria, continúa en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital vizcaíno de Cruces, según han confirmado hoy a Efe desde este centro sanitario.
Actuación "correcta" de los socorristas y la enfermera, según fuentes municipales
Las fuentes municipales consultadas reiteran que la actuación de los socorristas y de la enfermera que atendieron al niño fue "correcta".
Dado que era un día con temperaturas altas, el servicio de socorristas de Gamarra se había reforzado con dos profesionales. Se trata de una medida que se toma en las piscinas municipales de Vitoria cuando el pronóstico meteorológico anuncia jornadas muy calurosas, debido a que aumenta el número de usuarios.
Cuando ocurrió el accidente había tres socorristas vigilando las piscinas: dos al cuidado de los toboganes y otro encargado del vaso. La enfermera de la piscina y los socorristas le practicaron técnicas de reanimación cardiopulmonar y solicitaron la ayuda de una ambulancia medicalizada, que intubó al niño y monitorizó sus constantes.
Una vez estable, fue evacuado al Hospital de Txagorritxu pero los médicos de este centro decidieron trasladarlo al de Cruces, en Barakaldo (Bizkaia), donde su pronóstico sigue siendo reservado.