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PANDEMIA

'Balcones', un recordatorio de la evolución de la cuarentena

EITB Media

'Balcones', con relatos de Martín Ibarrola e ilustraciones de José Ibarrola, servirá de testimonio para generaciones futuras de "un momento excepcional". Un collage de "escenas inusuales, con mezcla de euforia, solidaridad y creatividad, pero siempre con el runrún de tragedia constante".

  • José y Martín Ibarrola -padre e hijo- nos presentan 'Balcones', historias de cuarentena

    José y Martín Ibarrola -padre e hijo- nos presentan 'Balcones', historias de cuarentena

    23:30 min
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Siete semanas y un día es el tiempo que duró el férreo confinamiento domiciliario que entró en vigor el 15 de marzo de 2020. Un tiempo en el que nuestros balcones cobraron vida.

José Ibarrola (Bilbao, 1955) vivía entonces en una calle donde todos los balcones eran idénticos: un cuadrado perfecto con una puerta y una barandilla. Sorprendido por el concurrido ambiente del bloque de enfrente, el artista le propuso a su hijo Martín Ibarrola (Bilbao, 1992) hacer una serie de balcones: él haría las ilustraciones y Martín escribiría los textos. Dicho y hecho. Al estar en casas separadas, José solía mandar un dibujo por email y Martín añadía el microrrelato. Otras veces, sucedía lo contrario, al hijo se le ocurría una idea y el padre buscaba la manera de ilustrarla.

'Balcones', editado por El Gallo de Oro, reúne cincuenta composiciones que retratan la evolución de la cuarentena "con personajes y mundos diferentes". Los balcones se convirtieron "en un teatrito sin telón", recuerda José Ibarrola. "La gente abrió sus cortinas y empezamos a ver a la gente, incluso, cuando estaba dentro de su casa; no le importaba mostrar su vida diaria". Las historias que ellos narran, sin embargo, "no son historias realistas ni un diario de bitácora", sino más bien "una interpretación un poco surrealista y metafórica de ciertas sensaciones y emociones que tuvimos". Balcones se convierte en un collage de "escenas inusuales, con mezcla de euforia, solidaridad y creatividad, pero siempre con el runrún de tragedia constante detrás".